Madre deportada separada de sus hijos rompe el silencio

Tras 20 años en Estados Unidos, una madre de familia acudió a una cita con autoridades migratorias y fue separada de su familia. Este jueves 19 de octubre líderes de la comunidad de San Diego alzaron la voz por ella.

Decenas de personas exigieron que fuera liberada a las afueras del edificio federal, líderes religiosos, activistas y hasta políticos llegaron con pancartas que pedían salvar a Silvia Ocampo.

“Ella paga impuestos, trabaja duro y ha criado sola a sus hijos”, sijo la asambleísta Lorena González. Todos hablan de Ocampo como madre, recamarera y de origen mexicana quien quedó marcada por autoridades migratorias tras una detención en 2009. “Ella fue a solicitar su nueva licencia y marcó que estaba aquí legalmente, como residente permanente”, explicó Brigette Browning, presidenta de la unión de trabajadores UNITE HERE Local30.

Su esposo fue deportado, pero siendo madre de 4 hijos, incluida la más pequeña con capacidades distintas, autoridades migratorias la dejaron quedarse. Las mismas agencias que sin razón alguna casi ocho años después la separarían de sus hijos de nuevo.

 “Con regularidad se estaba reportando como era el requisito, y la última vez que se reportó al ice fue cuando la detuvieron”, comentó el activista Pedro Ríos.

Según reportan Ocampo tendría un historial limpio, además de su espíritu trabajador. Los que la conocen la definen como una madre ejemplar, quien reunieron decenas de cartas de apoyo…

 “Sus niños son bien cuidados, y tienen valores y se portan bien, tienen asistencia perfecta, eso no es fácil para una mamá soltera, sin embargo ella lo hace, ella mantiene ese balance”, especificó Diana Grijalva,  directora primaria Hamilton.

Contactamos a ice pero seguimos esperando respuesta. De acuerdo a activistas no existe razón para deportar a alguien como Ocampo, arrancándola para siempre de sus hijos quienes dependen en todos los sentidos de ella.

También se sabe es que ahora la menor con necesidades especiales, podría quedar a manos de uno de sus familiares.

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