Nuevos esfuerzos para regular los perros policía en California reciben reacciones divididas

Equipos de la ley y el orden apoyan los nuevos estándares.

SAN DIEGO - El año pasado, un esfuerzo por limitar el uso de perros policías no vio la luz del sol tras recibir oposición por parte de diversos jefes de la policía en California. Ahora, un nuevo esfuerzo que busca crear una política a nivel estatal para todos los perros policías recibió el apoyo de grupos policías pero fue rechazada por expertos en derechos humanos.

“Yo creo que en cualquier momento que puedas obtener estandarización de una herramienta de uso de fuerza para una agencia de la ley y el orden, yo creo que hace sentido”, dijo David Nisleit, Jefe de la Policía de San Diego

Oficiales con la ACLU del Sur de California le dijeron a Telemundo 20 que ambas leyes le dan demasiado poder a la policía, y que son muy vagas en cuanto a cambios sustanciales.

Dos leyes estatales, AB 2042 y AB 3241, exigen la creación de una sola política estatal para todas las unidades K-9. AB 3241 era auspiciada por grupos policiacos.

“Yo creo que ésto tendrá gran impacto en el estado”, dijo Brian Marvel, presidente de Peace Officers Research Association of California (PORAC). PORAC auspició AB 3241 de la mano de la Asociación de Jefe de Policías de California y la Asociación de Patrulleros de Caminos de California.

Oficiales con la ACLU del Sur de California le dijeron a Telemundo 20 que ambas leyes le dan demasiado poder a la policía, y que son muy vagas en cuanto a cambios sustanciales.

“Solo necesitamos que nuestros legisladores apoyen una reforma real y que le pongan un fin a la violencia por ataques de perros policías”, dijo Branden Sigua, defensor de políticas para ACLU de los Condados San Diego e Imperial. “Las restricciones claras escritas en la ley hacen el impacto más significativo en las practices policiacas. Desafortunadamente, estas leyes no logran eso:.

No existe un estándar estatal que dicte cómo y cuando las agencias de la policía pueden despachar a sus unidades K-9. Como resultado, cada departamento usa los perros diferentemente, desde búsquedas y rescates, detección de explosivos, hasta arrestos.

El año pasado, la ley estatal AB 742 intentó limitar el uso de los K-9 para realizar un arresto. Pero esa ley no avanzó luego que varios jefes de la policía alrededor del estado, incluyendo al Jefe de la Policía Davis Nisleit, hicieran una fuerte campaña en contra de la ley. En ese momento, Nisleit alegó que la AB 742 erradicaría la unidad K-9 de San Diego, una movida que dice podría resultar en más violencia tanto para policías como para sospechosos.

“Tú le quitas eso a mis oficiales, vamos a balear a más personas. Más oficiales van a resultar heridos”, dijo el año pasado, el teniente Chris Tivanian de la unidad K-9, al preguntársele qué pasaría si la policía no pudiera usar los caninos para detener a sospechosos.

La policía dice que los K-9 son una herramienta de desescalamiento

An undated of an San Diego Police Department K-9 undergoing training.
Una foto sin fecha de un entrenamiento de la unidad K-9 del Departamento de la Policía de San Diego. (NBC 7/ Telemundo 20)

Cerca de tres docenas (34) de perros y sus manejadores componente la unidad K-9 de SDPD. Los mantienen ocupados. Según Tivanian, ellos responden a 2 o 3 llamadas de radio por hora.

SDPD desplazó sus perros policías 10,815 veces durante un periodo de cinco años entre 2018 y 2022, según datos de la ciudad. SDPD report que uno de esos, 1% o 161, resultó en una mordedura de perro. La agencia contabiliza cada vez que un K-9 sale de una patrulla policiaca como un despliegue.

“La gran mayoría de lo que ellos hacen es desescalar situaciones cuando estamos transportando sospechosos que son violentos, suicidas, a custodia sin hacer uso de fuerza. Cero fuerza. Ellos ven el perro y se rinden”, dijo Tivanian.

Tivanian dice el mayor valor que trae un perro policía a un arresto o a una persecución tiene muy poco que ver con los rasgos físicos o las habilidades de los canes. Es su solo su presencia. De otra manera, los sospechosos podrían huir o pelear, en ocasiones se rinden con facilidad cuando descubren que un official trajo consigo un arma de cuatro patas.

“El efecto psicológico de ese perro es que logra que las personas se rindan cuando otras opciones de fuerza y el uniforme policiaco simplemente no tienen el mismo impacto”, dijo Tivanian. “El perro sí”.

Tivanian considera que los K-9 son la mejor herramienta de desescalamiento en la fuerza policiaca de la ciudad.

“Ellos crean tiempo”, dijo Tivanian. “Ellos crean distancia. Desaceleran la situación y hacen que el sospechoso piense dos veces lo que están hacienda”.

Tanto el teniente Tiavanian como el Jefe de la Policía Nisleit insisten en que sus oficiales no despliegan a los canes policías en personas sospechosos de crímenes no violentos. Telemundo 20 Investiga pregunto en repetidas ocasiones por los cargos criminales presentados en contra de las personas mordidas por un K-9 de SDPD. SDPD no proveyó esa información, alegando que no documentan esa data.

“¿Por qué una agencia pública lucharía para no ser transparente? Es una bandera roja”, dijo el Asambleísta Corey Jackson, quien cuenta con un Ph.D. en trabajo social y representa el Distrito 60 en el Condado Riverside.

Leyes previas para restringir K-9 fallaron

Jackson fue el autor de la AB 742 del año pasado que intentó infructuosamente de restringir el uso K-9. Este año, Jackson introdujo un segundo intento, AB 2042, la cual aún espera por una audiencia.

“Estoy esperanzado ahora que reconocieron que hay un problema”, dijo Jackson.

Bajo esta nueva ley de Jackson, Peace Officer Standards and Training (POST), la comisión estatal que establece los estándares para los cursos de entrenamiento de las agencias de la ley, tendría como requisite crear nuevas guías detallando cuándo y cómo la policía puede usar un agente canino.

“Hay algunas cosas que solo un agente K-9 puede hacer”, dijo Jackson, quien apoya el uso de perros policías en la detección de Drogas y explosivos al igual que en casos de búsqueda y rescate.

Sin embargo, la nueva ley de Jackson, le prohibiría a los K-9 asistir a oficiales realizando arrestos a menos que haya “una amenaza inmediata de muerte o lesión grave”. Es el mismo límite que la policía necesita para usar un arma letal.

“Tan solo podrías usar un K-9 si estás autorizado a usar tu arma de fuego. En ese punto ya es muy tarde”, dijo Nisleit, quien no apoya la primera ni la segunda ley de Jackson.

Sin embargo, el president de PORAC dice que fue Jackson quien les inspiró a apoyar AB 3241.

“Sentimos que el Asambleísta Jackson resaltó una problemática que no se había atendido. Tomamos lo que él estaba intentando hacer y lo mejoramos”, dijo Marvel.

Como la ley de Jackson, la ley auspiciada por PORAC requiere que POST desarrolle estándares para los perros policías. Pero tiene otros límites para el uso de K-9. Los perros aún podrían ayudar en el arresto de una persona sospechosa de una “seria ofensa” que presente una amenaza para el público y otros oficiales, que esté escondido o resistiéndose a un arresto. La ley también requiere que todas las agencias policiacas publiquen anualmente datos de K-9, incluyendo el número total de despliegues, la cantidad de veces que los sospechosos se rindieron pacíficamente sin el despliegue del can, y la cantidad total de mordeduras de perro.

“Las estadísticas claramente demuestran que el uso de K-9 desescala la gran mayoría de los conflictos que enfrentan los oficiales”, dijo Marvel.

Reporte de ACLU resalta disparidades y problemas con el uso de K-9

Un reporte de ACLU California Action en 2024 criticó el uso de perros policías. ()

Sin embargo, un empleado de ACLU y simpatizante de la política rechaza la noción que una comisión de la policía estatal puede efectivamente regularse.

“La policía nunca se ha regulado asi misma”, dijo Branden Sigua, defensor regional de políticas.

En enero, ACLU California Action publicó un reporte examinando las prácticas de la policía al usar K-9s. Ellos determinaron que los perros policías estaban siendo usados abrumadoramente en personas que no presentaban un peligro para oficiales o el público, según su análisis de récords públicos de 37 agencias policiacas en California.

“Frecuentemente usan K-9s en contra de personas que no están armadas, que no han sido acusadas de un crimen violento, [y] personas experimentando una crisis de salud mental”, dijo Sigua.

Eso incluye un incidente en 2015 cuando un K-9 de SDPD mordió a un hombre desnudo, quien estaba drogado y no obedecía los comandos policiacos. Video de la cámara corporal de los policías muestra como el perro continuó mordiendo al hombre por más de 44 segundos después que estaba en el suelo con su mano en la espalda.

“Los números no mienten”, dijo Stephanie Padilla, abogada para ACLU del Sur de California.

La revisión de los datos del Departamento de la Policía de Bakersfield revelaron que 97% de los despliegues de canes de la policía reportados por el manejador no fueron utilizados para “defender a otro o a si mismo”.

Telemundo 20 Investiga se comunicó con BPD para pedirle su comentario sobre el reporte, pero no hemos recibido respuesta. El departamento refutó los hallazgos en el reporte con otra publicación.

“Existe una tendencia de utilizar a los perros con demasiada frecuencia, en demasiadas circunstancias, solo porque existe la opción”, dijo la experta en leyes de animales Ann Schiavone, quien es profesora en Thomas R. Kline School of Law de Duquesne University.

Complicando aún más la situación, las personas que se enfrentan a un perro policía probablemente no están armadas, pero probablemente están atravesando un episodio de salud mental, según el reporte de ACLU.

El reporte encontró que cerca de la mitad de los Californianos severamente heridos o asesinatos por perros policía mostraron señales de una crisis o una discapacidad mental.

Esa realidad provoca serias preguntas éticas, según la experta en leyes para animales Ann Schiavone, quien está en desacuerdo con que SDPD clasifique a los canes como una “herramienta de desescalamiento”.

“El uso de un perro puede hacer las cosas mucho peor”, dice Schiavone.

El corazón humano late más rápido y la adrenalina sube ante la presencia de cualquier depredador animal, dice Schiavone. Ésto, combinado con el hecho que drogas, alcohol o condiciones mentales pueden alterar la habilidad de una persona para tan siquiera reconocer los comandos de la policía, es por lo que Schiavone cuestiona, en su ensayo investigativo legal sobre los dilemas morales y legales alrededor de los perros policía, si los canes policías son “razonables”.

“El minuto en que una persona es atacada por un perro, aún y si se defienden, el uso de la fuerza va a ser justificable. Así que has puesto a esa persona en una situación imposible”, dijo Schiavone. “Podemos ocuparnos de los animales, y ocuparnos de los animales que están siendo asesinados. Pero también nos podemos ocupar de esas personas al otro lado. Y reconocer que realmente el animal y la persona fueron puestas en una mala situación”.

Un tiroteo mortal involucrando a la policía en Little Italy

Como una mala situación, así fue como el Fiscal de Distrito del Condado San Diego esencialmente resumió lo ocurrido dentro de un apartamento en Little Italy hace dos años.

En tempranas horas de la tarde del 3 de marzo de 2022, un alguacil tocó a la puerta de Yan Li, de 47 años y estudiante científico en Yale, para entregarle una notificación de desalojo. A poco más de una hora después, Li fue baleada en la cabeza y un manejador de un K-9 abandonó la escena con una puñalada.

Segundos después que Li abrió su puerta, un alguacil del Departamento del Alguacil del Condado San Diego (SDSO) vio un cuchillo de cocinar su mano. Inmediatamente sacó su arma, se la apuntó a Li y comenzó a gritarle ordenándole que lo soltara, como se puede ver en el video de la cámara corporal publicado por SDSO.

El pietaje de la cámara corporal muestra a Li ignorando en repetidas ocasiones las órdenes que soltara el cuchillo. Puedes escuchar a Li gritarle “policía falso” en múltiples ocasiones al oficial y gritándole a alguien que “llamara a la policía”, antes de levantar su cuchillo, soltar el papeleo y cerrar con fuerza la puerta.

El hijo adulto de Li dice que su madre había estado cocinando, añade que ella tiene un historial de enfermedades mentales – algo que la revisión del Fiscal de Distrito reconoció como un posible factor en lo ocurrido.

Más alguaciles y una unidad K-9 de SDPD fueron llamados para asistir. El manejador del K-9 y el perro se unieron a línea de oficiales que entraron armados con una pistola de rellena de cuentas de poliestireno y una pistola de bola de pimienta.

Li reaccionó levantando su cuchillo y caminó en dirección de los oficiales. Los oficiales se retiraron, pero no antes que ella apuñalara al manejador del K-9. Puede ver como cae al suelo encima de varios oficiales en el pasillo afuera del apartamento de Li. Según un reporte del Fiscal de Distrito, Li aparenta acercársele nuevamente al grupo de oficiales, pero dos alguaciles y el manejador del K-9 abrieron fuego, asesinando a Li.

Antes del tiroteo, uno de los vecinos de Li le dijo a los alguaciles que creían que Li tenía problemas de salud mental y se ofrecieron a ayudarles a calmarla, según el reporte del Fiscal de Distrito. Ese vecino también dijo que a Li le daban temor los perros, tanto que los dueños de perros en el edificio la evitaban, y hasta sabían que no podían compartir un elevador con ella y su perro.

El hijo de Li entabló una demanda federal por muerte injusta en contra de la Ciudad de San Diego y el Condado San Diego, alegando que los oficiales manejaron incorrectamente la situación cuando su madre estaba “claramente atravesando una crisis de salud mental … en lugar de desplegar fuerza en su contra, los oficiales debieron pedir asistencia de salud mental”. Ese caso federal continúa.

Mientras que la oficina del Fiscal de Distrito reconoció que Li estaba atravesando un episodio mental, la oficina liberó a los oficiales de cualquier cargo criminal.

“La salud mental puede afectar la habilidad de un individuo para entender y cumplir con los comandos de los oficiales”, concluyó la oficina del Fiscal de Distrito en su resumen donde no encontraron responsabilidad criminal por parte de los alguaciles u oficiales. “En este caso, es razonable concluir que Dr. Li estaba experimentando una crisis de salud mental, sin embargo las acciones de Dr. Li constituyeron una amenaza inminente para los oficiales, resultando en su trágica muerte”.

Disparidad racial de los sospechosos mordidos por K-9s

El ataque de sospechosos de crímenes no violentos o menores, y/o los sospechosos atravesando crisis de salud mental, no son los únicos usos de K-9s que están enfrentando escrutinio. También existe el tema del color de piel de la persona al otro lado de los dientes del can de la policía.

Una investigación nacional por el Marshall Project encontró que la mayoría de las víctimas de mordeduras son hombres, y en algunos lugares, de manera desproporcionada son negros.

Una investigación en el Departamento del Alguacil del Condado Los Ángeles en 2013 encontró que durante los primeros seis meses del año, los perro mordieron exclusivamente a personas negras e hispanas. Ocho años anteriores de datos de los perros no son más alentadores para el departamento. Entre 2004 y 2012, 89% de las mordidas totales fueron a personas negras e hispanas.

Aquí en San Diego, SDPD le proveyó a Telemundo 20 Investiga cinco años de datos de mordidas de K-9. Entre 2018 y 2022, las mordidas por perros de la policía de San Diego mordió a 161 personas. Dos tercios de ellos, 66% eran negros e hispanos, a pesar que tan solo componen el 36% de la población de la ciudad, según datos del Censo de los Estados Unidos.

“Yo creo que usando la demografía para observar el crimen no es un buen método científico para usarse”, dice el Jefe de la Policía Niesliet, al preguntársele sobre el número desproporcionado de personas negras y minorías mordidas por perros.

Él argumenta que la decisión de desplegar a un perro, y con ello permitirle al perro que muerda, no es una hecha por manejador, sino que es una “decisión del sospechoso”.

“Es una herramienta reactiva” dijo Nisleit. “Al sujeto se le dan amplias oportunidades para rendirse antes que se despliegue un K-9. Así que para mí, si no quieres conocer a uno de nuestros K-9s, no cometas crímenes violentos. Y luego, entrégate. Si no te entregas, hay una gran posibilidad que seas mordido por un K-9”.

Pero Branden Sigua con la ACLU dice que él cree que la raza sí es un factor en la decisión de liberar a un perro policía, y él citó un incidente de alto calibre en San Diego como la razón.

Hace tres años, video de la cámara corporal de una investigación de asuntos internos captó a un sargento de SDPD diciendo a un perro policía “solo le gusta la carne oscura”.

Este video de la cámara corporal del Departamento de Policía de San Diego muestra un incidente que provocó una investigación de asuntos internos. Ese momento ocurre aproximadamente a las 18:20 del clip.

“Eso resalta”, dijo Sigua. “Cuando dices que las mordidas de un K-9 no son raciales, es difícil argumentar eso cuando las personas manejando esos K-9s están explícitamente nombrando eso como un factor”.

SDPD suspendió al sargento por ocho días, lo transfirieron a otra división y le requirieron que participaran en 40 horas de entrenamiento de diversidad cultural.

“Puedes sentarte aquí y destacar a los oficiales malos y vas a tener la perspectiva que hay un problema”, dijo Brian Marvel, presidente de PORAC. “Pero la realidad es, que si miras las estadísticas, la gran mayoría de los oficiales están siendo manejados apropiadamente por sus agencias”.

El Jefe de la Policía Nisliet está de acuerdo, diciendo que SDPD ha hecho un “muy buen trabajo regulándose asi mismos”. Una de las grandes razones por las cuales apoya AB 3041, es porque él dice que cambiaría muy poco, si algo, sobre cómo los perros de la Policía de San Diego operan.

La falta de reformas es exactamente por lo que la ACLU del Sur de California se opone a ambas leyes.

El defensor de políticas Branden Sigua dice que la solución al uso no regulado de perros policías son limitaciones estrictas alrededor de los arrestos – no pidiéndole a la comisión estatal de policías que cree sus propias reglas.

“Estas leyes se quedan cortas en asumir responsabilidad”, dijo Sigua.

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