SAN DIEGO - Los hijos de una mujer muy querida en la comunidad de Logan Heights y Barrio Logan por sus ricos tamales, quien falleció en 2019 luego de ser atropellada, nuevamente se encuentran atravesando una situación muy difícil luego que su casa quedara bajo el agua debido a las lluvias torrenciales que dejaron inundaciones y destrucción a su paso.
A pesar que se han quedado prácticamente sin nada, estos hermanos quienes siguen apoyándose el uno al otro desde el fallecimiento de su madre, nos dicen que lo que mas les duele es perder los recuerdos de su mamá, las fotografías que quedaron bajo el agua, y tantas memorias.
Y es que ella pasaba las horas cosiendo sus tamales además de otros ricos platillos en esta cocina, donde han vivido durante los últimos casi 25 años y donde crecieron la mayoría de los cinco hermanos.
Un video de seguridad captó el momento que Brianda, vistiendo una sudadera color negro, se aferra a una cerca y lucha contra la corriente que fluye con fuerza como si se tratara de un río, gritando para auxiliar a uno de sus hermanos quien aún se encontraba dentro de la vivienda cuando fueron desplazados por las lluvias. Todo esto mientras aún viven en duelo por la muerte de su madre.
“Si, una tras otra, si”, dice Brianda Ramos.
En estas imágenes vemos como Brianda sale de su hogar junto a su hermano y su sobrina cuando se dan cuenta que el agua ya les rebasa la cintura, el hombre resbala y la pequeña de dos años cae al agua, minutos de angustia que dicen quisieran olvidar
Comunidad
“Difícil y espantoso vivir esos minutos fueron muy difíciles”, agrega Brianda.
“Tuvimos que salir de emergencia, de volada pero el agua todavía estaba muy alta, mis perros, mis hermanos, se le cayó la niña a mi hermano pero todo fue rápido, se nos salió el río de atrás, muy rápido”, relata Brianda.
Este martes pasaron el día limpiando. Con un nudo en la garganta nos cuenta cómo ha sido ver las pertenencias de su madre convertidas en basura, fotografías, muebles, electrodomésticos, y las ollas en las que tanto disfrutaba cocinar.
“Mi mamá aquí cocinaba, de hecho todas sus ollas todavía no nos hemos deshecho de ellas y pues ya están todas sucias”, agrega.
Una vez que bajo el agua regresaron y sin tener donde ir, pasaron la noche en el segundo nivel del condominio que han alquilado durante décadas. Cansados de tanto limpiar, sacando decenas de bolsas de basura, aguantando los olores de agua sucia y humedad, así es como pasan las horas.
“La tierra esta sucia, es basura de la gente y todo se vino para acá”
Ahora solo esperan seguir recargando energía para continuar con los trabajos de limpieza que ellos mismos han realizado en su hogar el cual no piensan abandonar, porque aquí vivieron junto a su madre.
“Vamos a tener que empezar otra vez de cero, tiramos todo lo que es de aquí de la casa”, señala.
Al igual que muchas de las familias mayormente afectadas por las inundaciones, ellos son también inquilinos, por lo que buscan el apoyo de la comunidad y han creado una página de recaudación de fondos