BARRIO LOGAN - Durante la misa dominical en la Iglesia de Nuestra Señora de Guadalupe, nos reencontramos con Ismael Casanova y su madre María, a quienes conocimos hace un año cuando nos platicaban sobre los retos que enfrentaban debido a la pandemia.
Por primera vez en más de un año Ismael Casanova, de 35 años, regresaba al interior del templo a pedirle a la virgen morena.
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El 4 de julio, los feligreses acudieron por primera vez en mucho tiempo al domingo de eucaristía en la iglesia en Barrio Logas, luego de la reapertura de California.
Los creyentes aplaudieron y celebraron la misa especial.
“Estoy contento de que abrieron la iglesia”, dijo Ismael cuya labor en la iglesia es darles la bienvenida a los asistentes.
Según su madre, Ismael tuvo una cirugía a los 20 días de nacido en el cerebro y a los cuatro meses le cerraron la columna vertebral porque tenía fuga de medula espinal.
A causa de sus disímiles padecimientos médicos, Ismael lleva más de un año encerrado en su casa y aunque no se ha podido vacunar contra el COVID-19 debido a sus padecimientos, acompañó a su madre al templo de su virgencita.
María quien también tiene problemas de salud que le impiden vacunarse y la ponen en riesgo de complicaciones del COVID-19, le pidió a su hijo que, aunque fuera arrastrándose quería ir a Misa.
“El estar en una silla de ruedas no le impide lograr lo que él quiera”, dijo María.
Ismael le pidió a Dios que los cuide, y también por un transporte que los ayude a trasladarse de forma segura ya que el transporte no es siempre confiable.
“Cuando vamos para el doctor llegamos bien tarde. Porque no pasa solo por mí, pasa por más gente y ya cuando vamos al doctor vamos tarde”, dijo Ismael.
Ellos buscan la manera de poder conseguir un vehículo modificado con una rampa para poder transportar a Ismael.