TIJUANA- Este Jueves Santo era uno de los días usualmente más esperados por los vendedores de artículos religiosos al exterior de la Catedral en Tijuana.
Pero ahora, los comerciantes esperan un milagro para poder generar ingresos en medio de la crisis económica causada por el coronavirus.
Desde que las iglesias cerraron por las órdenes de permanecer en casa y así evitar más contagios, las ventas se les desplomaron un 90%, aunque acuden religiosamente todos los días.
Mantienen la fe que puedan recuperar un poco de la inversión que hicieron para la celebración de la Semana Santa, cuando en otros años ha sido su mejor temporada.
"Pues si una esperanza pero esto no funciona mucho ya para empezar porque aquí juntito está cerrado que es la iglesia es el fuerte de aquí y para todos no nada más para nosotros", dijo Silverio Saldaña, vendedor de artículos religiosos en la Catedral.
Aunque no pierde la esperanza, Saldaña afirma que es lo peor que les ha pasado como vendedores de artículos de fe. El impacto no solo ha sido entre quienes han visto sus ventas desplomarse sin entre aquellos que de forma tradicional han acudido a la iglesia en Jueves Santo para presenciar la ceremonia del lavatorio de pies.
