Los abogados de un condecorado jefe de la marina acusado en la muerte de un prisionero del Estado Islámico intentarán nuevamente el viernes que el caso sea desestimado después de que su cliente fuera liberado inesperadamente de custodia.
Un juez militar liberó el jueves al jefe de Operaciones Especiales, Edward Gallagher.
El juez, el capitán Aaron Rugh, dijo que liberar a Gallagher era un remedio para los fiscales que interferían con su derecho a un abogado de la Sexta Enmienda.
Los abogados de Gallagher dicen que los fiscales instalaron software de espionaje en correos electrónicos enviados a ellos y aun reportero y quieren que se deseche el caso debido a la presunta conducta indebida de la fiscalía que incluye la retención de pruebas y la vigilancia de la defensa.
La esposa de Gallagher, Andrea, quien dirigió una campaña para liberar a su esposo, se llevó las manos a la cara y rompió a llorar.
"Siento que es una pequeña victoria en el camino hacia la victoria más grande", dijo Andrea Gallagher afuera de la corte mientras su esposo estaba en silencio a su lado mientras portaba el uniforme blanco de la Marina.
Se negó a comentar.
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Un portavoz de los fiscales de la Marina tampoco quiso hacer comentarios sobre la libertad o los acontecimientos de Gallagher en la audiencia, que continúa el viernes.
Gallagher se declaró inocente de asesinato en la muerte de un militante adolescente herido en Irak en 2017 e intento de asesinato por presuntamente disparar a civiles desde una percha de francotirador.
El supervisor de su pelotón, el teniente Jacob Portier, está luchando contra los cargos de conducta impropios de un oficial por realizar supuestamente la ceremonia de reincorporación de Gallagher junto al cadáver del militante.
Los esfuerzos para desechar el caso se producen cuando el presidente Donald Trump considera perdonar a varios miembros del servicio acusados de crímenes de guerra, incluido Gallagher, que se enfrenta a un juicio el 10 de junio.
La evidencia en la audiencia mostró que los fiscales reclutaron a un especialista en inteligencia del Servicio de Investigación Criminal Naval para que realizaran verificaciones de antecedentes penales de tres abogados civiles, incluido Parlatore, y un periodista del Navy Times que ha analizado varias historias basadas en documentos filtrados.
