Un nuevo grupo de 398 personas, integrantes de la caravana migrante llegaron a Tijuana el miércoles en la madrugada a bordo de autobuses.
Los migrantes como el martes, llegaron a bordo de ocho camiones. Sin embargo, el gobierno municipal de Tijuana dijo que no han recibido recursos federales para atender a los recién llegados.
De acuerdo a los migrantes y activistas, los camiones fueron proporcionados por los gobiernos de Jalisco, Sonora y Sinaloa, sin embargo Telemundo 20 no ha podido corraborar esa información.
“No tenemos un recuso federal, es increíble para nosotros como alcaldía”, dijo César Palencia, director de atención al migrante en Tijuana del municipio.
Dichos recursos son necesarios para atender a los 130 mexicanos que son repatriados diariamente de EEUU y con la llegada de casi 800 migrantes en tres días, las autoridades temen por la llegada de las próximas caravanas.
“Hoy ellos tendrían albergue, pero evidentemente si nos llegan 2,000 personas en dos días como se tiene pensado, así pasará, nos veríamos en la necesidad de otro espacio”, afirmó Palencia.
Los albergues ya están a su máxima capacidad, aunque las autoridades habían dicho que contaban con suficiente espacio para los integrantes de la caravana que llegaron a Tijuana esta semana, dicen que no cuentan con el espacio suficiente para el promedio de 2,000 que se encuentra en camino.
Inmigración
Y sin refugio, los migrantes corren riesgos.
“Yo les metí candado, pero no por no dejarles salir, sino porque no vengan a molestarlos”, dijo César Mejía, coordinador en el Hotel Migrante.
Aun así, algunos han sido presa de la inseguridad de Tijuana.
“Hemos aguantado mucho sueños, cuatro días sin comer, llegamos a un albergue para que nos hagan un robo”, dijo Francisco Alvarado, miembro de la caravana.
El Hotel Migrante abrió sus puertas para que 37 miembros del grupo de la caravana que llegó el martes tuvieran un techo bajo el que dormir.
“No estamos seguros, estamos dormidos y nos roban los mismos de los chalecos verdes”, señaló Alvarado.
La inseguridad ha acompañado a la caravana en su largo recorrido hasta Tijuana.
De acuerdo a Alvarado, el celular que le fue robado, era utilizado para coordinarse con la policía municipal y otros miembros del éxodo centroamericano.
“Lo que más cuido yo son a las niñas y las hembras”, dijo.
En el desayunador Saleciano, se han entregado apoyos en servicios médicos, psicológicos y de corte de cabello. Ayuda que en algunos casos también ha sido rechazada.
“En la noche trajeron 23, se quedaron 14, el resto decidió retirarse”, dijo Claudia Portela, coordinadora del desayunador Saleciano.
Esmy Castañeda es una de las migrantes que no caminó a la playa.
“Porqué tengo una niña y dicen que allá está muy helado”, dijo Castañeda.
Ella dice que salió tan rápido de su hogar que no alcanzó a tomar muchas de sus pertenencias. “Todo fue incluso bien rápido por unos vecinos que se vinieron”, dijo mientras espera ser reubicada a un albergue mientras espera su petición de asilo.
