Tras una larga travesía desde Guatemala para llegar a Estados Unidos, Ovidio Galicia y su hijo Artemio fueron detenidos y separados al llegar a la frontera en Calexico en junio del año pasado.
Ambos trataban de solicitar asilo político para poder iniciar una nueva vida en este país. Sin embargo, pasaría casi un año antes de que ambos volvieran a reunirse.
A Artemio Galicia, quien tenía 17 años en esa época, lo enviaron a un centro de detención en San Diego, donde estuvo por nueve meses. Luego, fue transferido a otro lugar en Nueva York por dos meses más.
Cuando se lo entregaron a su padre, éste notó un cambio en el joven.
"Ya cuando me lo entregaron yo lo deje bien”, dice su padre. “Y ya ahora que me lo entregaron me lo entregaron muy mal, ya casi de muerte, me lo entregaron loco. Definitivamente de la mente está mal".
El angustiado padre señala que, durante la detención, a su hijo le suministraron antidepresivos porque supuestamente sufría de ataques de pánico. Ahora asegura que ya no es el mismo.
"A mí nunca me pidieron permiso para que agarrara el medicamento”, dice el angustiado padre. “Nomas lo obligaron que tomara el medicamento. Yo no sé qué medicamento le dieron porque lo fregaron de su mente".
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Debido a casos similares que se presentaron entre los menores detenidos, una jueza de Texas ordenó el lunes a la administración Trump detener la práctica de administrar medicamentos a menores migrantes sin el consentimiento de sus padres. Solo deberían hacerlo en caso de una emergencia.
Telemundo 52 contactó a la Agencia de Inmigración y Aduanas pero aún no han podido confirmar si Artemio Galicia fue detenido y bajo cuales circunstancias.
