Desde la puerta de El Chaparral en Tijuana, Telemundo 20 captó lo que Joaquín Avilés, veterano de guerra deportado desde Estados Unidos, llamó el "round" número tres.
Avilés hizo un intento más por regresar a Estados Unidos, el país por el que dice está dispuesto a dar la vida.
"Queremos pelear, morir por nuestro país, entonces cuando sabemos que no somos de ahí, cometemos un error y nos descartan", dijo el veterano de guerra.
A Joaquín le tocó madrugar. A las 4 a.m. salió de su casa en Tijuana y su sobrino lo esperaba para llevarlo a la garita de San Ysidro.
"Muy entusiasmados, yo la verdad no pensaba que tenía arreglo su caso, y cuando me dijeron que iba a cruzar, estamos muy felices", dijo el veterano deportado, Héctor Barajas.
Un café fue su único acompañante en esta travesía que inició desde el miércoles. "Intentamos cruzar la segunda vez por aquí ayer y nos dicen que tengo una cita para hoy en la mañana entonces round 2 también fue rechazado y hoy es el round 3", dijo Avilés.
Joaquín llegó a Estados Unidos con seis meses de edad y a los 17 ya estaba enlistado en el ejército, aseguró. "En cuanto terminé en la high school, a las dos semanas ya estaba en mi camión yendo para el camp, en Camp Pendleton", dijo Avilés.
Inmigración
Sin embargo, portar un arma de fuego le valió su primera detención en 1997, de ahí la deportación. "Algo como traición porque está pasando esto y siento que no era justo", dijo Avilés.
Joaquín fue deportado tres veces. Una vez al intentar regresar a EEUU por la garita de San Ysidro, lo clasificaron como terrorista, relató. "No se querían acercar a mis maletas de ropa, no se querían acercar a mí, yo me tuve que esposar yo mismo", dijo Avilés.
Y al regresar a México dice no era de aquí ni de allá. "No tenía estatus, no tenía acta de nacimiento, documentos, educación, no conocía a nadie", dijo Avilés.
Regresando por El Chaparral, dijo que nunca perdió la esperanza. Y con los papeles en la mano se encaminó a San Diego, donde le aprobaron la reposición de su residencia permanente en un lapso de ocho a 10 meses.
"En cuanto tenga mi residencia, seguir las leyes para tratar de hacerme ciudadano lo más pronto posible", dijo Avilés.
En la mañana, el padre de Joaquín ya lo esperaba con su maleta lista desde el otro lado de la frontera y dijo tener una sorpresa especial aguardando para sus dos hijas. Joaquín forma parte del promedio de 60 veteranos de guerra que han sido deportados desde Estados Unidos y viven en Baja California.
Mientras tanto, el próximo lunes se le darían un permiso especial para cruzar de nuevo a Tijuana en la garita oeste de Pedwest. Sin embargo, aseguró a Telemundo 20, esta noche su lugar para dormir en Estados Unidos es incierto.
