Los fuertes vientos que empujaron los incendios forestales a través del sur de California, quemaron varias casas e hirieron a dos bomberos, comenzaron a amainar, pero los meteorólogos advirtieron que el peligro de incendio seguía siendo el viernes.
Los vientos de Santa Ana alcanzaron entre 50 mph (80,5 kph) y 85 mph en ocasiones en toda la región a partir del miércoles por la noche, y fueron una de las razones por las que el Servicio Meteorológico Nacional (NWS) emitió advertencias de bandera roja de peligro extremo de incendio durante el fin de semana.
El servicio meteorológico dijo que los vientos disminuirían para el viernes, de 40 a 45 mph (40 kph) específicamente el viernes por la mañana. Sin embargo, las advertencias de bandera roja se mantuvieron en alto debido a la baja humedad y la maleza seca como yesca.
Los bomberos todavía estaban ocupados luchando contra una serie de incendios. El más grande comenzó el miércoles por la noche como un incendio en una casa en Silverado Canyon, en el Condado de Orange. Los vientos feroces empujaron las llamas a través del cañón. Se ordenó a unas 25,000 personas que abandonaran sus hogares, aunque posteriormente se levantaron algunas órdenes de evacuación.
“Cuando llegaron las cuadrillas, la casa estaba completamente dañada por el fuego y los vientos eran extremadamente fuertes y empujaron las llamas hacia la vegetación”, dijo Colleen Windsor, portavoz de la Autoridad de Bomberos del condado.
El fuego creció a 10 millas cuadradas (26 kilómetros cuadrados) y cubrió un área amplia con humo y ceniza. Estaba contenido en un 10% ya que los vientos calmantes ayudaron a cientos de bomberos que combatieron las llamas en tierra y por aire.
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En su apogeo, la reportera de KCBS-TV Kara Finnstrom describió la caótica escena, diciendo que "el viento estaba levantando llamas, con brasas volando por todas partes".
Dos bomberos resultaron heridos luchando contra el fuego, pero no hubo noticias inmediatas sobre sus condiciones, dijeron los bomberos.
Algunos residentes dijeron que no recibieron alertas de evacuación porque Southern California Edison había cortado el suministro eléctrico como precaución antes de que estallara el incendio, dejándolos sin servicio de telefonía celular.
“Escuché gritos como, 'fuego, fuego, está aquí, así que tenemos que irnos ahora mismo'”, dijo el residente Jerry van Wolfgang a KCBS-TV. "Miré por la ventana y ya era tan grande".
El incendio no estaba lejos del lugar del Incendio Silverado de octubre, que también obligó a miles de personas a abandonar sus hogares y dejó a dos bomberos gravemente quemados.
Y hacia el sur, un pequeño incendio en el condado de San Diego que amenazó a unas 200 casas fue completamente contenido el jueves después de destruir una casa y dañar otras seis en un vecindario cerca de El Cajón.
Numerosos estudios han relacionado los incendios forestales más grandes en Estados Unidos con el cambio climático debido a la quema de carbón, petróleo y gas. Los científicos han dicho que el cambio climático ha hecho que California sea mucho más seca, lo que significa que los árboles y otras plantas son más inflamables.
Los incendios estallaron mientras las empresas de servicios públicos del sur de California cortaron el suministro eléctrico a más de 100,000 clientes para evitar la amenaza de que los vientos derriben o ensucien los cables eléctricos y provoquen incendios forestales, algo que ha provocado incendios devastadores en los últimos años.
Southern California Edison cortó el suministro eléctrico a casi 50,000 hogares y negocios, pero a medida que los vientos amainaban, la empresa de servicios públicos comenzó a restaurar la electricidad. A última hora de la noche del jueves, menos de 20.000 clientes estaban sin electricidad.
Los apagones preventivos de San Diego Gas & Electric afectaron a unos 73,000 clientes en el pico, pero la cifra se redujo a unos 40,000 el jueves por la noche.
"Las inspecciones de las líneas eléctricas se reanudarán inmediatamente después del amanecer (viernes) por la mañana con el objetivo de tratar de restaurar de forma segura a tantos clientes como sea posible", dijo la empresa de servicios públicos en su sitio web.
California ya ha experimentado el peor año de incendios forestales. Se han quemado más de 6,500 millas cuadradas (16,835 kilómetros cuadrados), un total mayor que el área combinada de Connecticut y Rhode Island. Al menos 31 personas murieron y 10,500 casas y otras estructuras resultaron dañadas o destruidas.
La última amenaza de incendio se produce cuando gran parte de California se hunde más en la sequía. Prácticamente todo el norte de California se encuentra en sequía severa o extrema, mientras que casi todo el sur de California está anormalmente seco o peor.
