Históricamente, cualquier enfrentamiento contra la poderosa Asociación Nacional del Rifle (NRA, por sus siglas en inglés) era absolutamente desproporcionada, pero ahora las voces de los muchachos que podrían ser víctimas de tiroteos y buscan un cambio, comienzan a ser escuchadas.
El movimiento Nunca Más se ha dejado escuchar con más fuerza que el que podría hacer la NRA. La etiqueta #BoycottNRA se ha convertido en tendencia y a través de ella se le pide a los consumidores que no compren productos de compañías que apoyen a la Asociación.
Al comienzo, cuatro grandes compañías de alquiler de carros (Enterprice, Alamo, National y Hertz) se apartaron de la NRA y le quitaron los descuentos a los miembros de esa agrupación. La lista de empresa aumentó, pues Metlife, United Airlines y Delta también marcaron distancia.
El vicegobernador de Georgia amenazó a Delta con evitar que obtenga un recorte de impuestos que alcanzaría los 40 millones de dólares a menos que la empresa restableciera su relación con la NRA, pero parece que esa reconciliación tomará cierto tiempo, dada la impopularidad de las armas en este momento.
Los estudiantes se han convertido en un movimiento civil. Esos muchachos presionan y son escuchados. Y pareciera que los políticos sopesan la posiblidad de perder votos si siguen del lado de las armas. El senador José Javier Rodríguez toma la palabra al respecto.
"No debiéramos tener armas para diseñadas para la guerra en las calles. Esas son armas de guerra diseñadas para matar a seres humanos de manera eficaz y que fieron modificadas para ser vendidas y darle millones de ganancias a la industria de las armas", dice el legislador.
La Asociación Nacional del Rifle sigue en la batalla y espera que otras compañías reconozcan la importancia del patriotismo y las libertades constitucionales, para así conseguir el dinero que beneficie a sus miembros.
