Un familia de la ciudad de Pico Rivera, al sureste del Condado de Los Ángeles, está intentando que las autoridades hagan algo para resolver un problema que ya les está quitando el sueño. Hace semanas que un hombre, aparentemente indigente, se presenta en la casa donde residen dos mujeres, Martha Cortez y su madre, Gloria Rocha, de 70 años de edad.
Según ellas mismas relatan, el hombre, cuyo nombre no ha sido dado a conocer por las autoridades, llega aporreando la puerta, gritando vulgaridades y exigiendo que liberen a su esposa. Las residentes de esta vivienda insisten en que no conocen a este sujeto ni entienden por qué llega a su casa buscando a su mujer.
Añaden que ya van seis veces en lo que va de mes que tienen que lidiar con el mal humor y, probablemente, algún problema de demencia de este hombre. La señora Gloria Rocha incluso explica que este asunto ya le está creando más de un problema de salud: “Me dieron muchos nervios. Me sentía enferma, con dolor de estómago y muchas ganas de gritar”.
Rocha también dice que no puede dormir y que le da miedo salir a la calle: “Me siento encerrada, en prisión”.
La dueña de la casa, Martha Cortez, decidió publicar un comentario en las redes sociales esperando que alguien pudiera ayudar. El sargento Marco Soto, del Departamento del Sheriff de Pico Rivera, lo leyó por casualidad y les hizo saber que el hombre en cuestión es un indigente que vive cerca de un río y que fue detenido la semana pasada. Al parecer, tenía una orden de arresto pendiente por acampar en la calle; sin embargo, este vagabundo quedó libre dos días después.
Las autoridades explican que lo mejor en este tipo de casos es ponerse en contacto con la policía. Entre tanto, estas mujeres viven con el temor de que este individuo se cuele en su casa a través del patio, y es que ya han encontrado una cuerda tirada junto a la entrada y restos de comida que ellas no han dejado allí.
