NUEVA YORK – Un hombre de 26 años de Yonkers se declaró culpable ante un gran jurado del asesinato de su hijo de dos años la tarde de Navidad de 2016.
El niño sufrió hemorragia cerebral y el fallo de sus órganos tras ser golpeado repetidamente por su padre, Blair Robinson.
Robinson enfrentaría hasta 25 años de prisión en una cárcel estatal cuando sea sentenciado en diciembre.
Según los fiscales, Robinson confesó a la policía que golpeó a su hijo Alex en la cabeza y en el torso el día de su muerte.
Robinson dijo a la uniformada que tomó una siesta, fue a trabajar durante una hora y media y luego regresó a casa para recoger a su hijo y llevarlo a la sala de emergencia, en donde fue declarado muerto.
El personal médico llamó a la policía cuando observó laceraciones y moretones en la espalda de Alex.
Cuando los investigadores llegaron a la casa de Robinson, se encontraron con una “escena de terror”.
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Los agentes dijeron que una niña de 10 meses se encontraba en un cuarto helado, acostada en una cama sin frazadas y con una botella de leche descompuesta a un costado.
La niña estaba sucia y tenía una severa irritación en la piel, debido a que el pañal no había sido cambiado en mucho tiempo.
Los investigadores dijeron que decenas de roedores corrían por la casa, especialmente sobre la cocina, que estaba repleta de trastes sucios. Además, había chinches cerca del refrigerador.
La niña fue llevada al Westchester Medical Center y más tarde entregada a un hogar de crianza.
La madre de los niños, quien estaba en la casa, fue interrogada por la policía.
En la entrevista inicial, Robinson dijo que había golpeado al niño en los glúteos, pero tres días después aceptó que golpeó al niño en cabeza y toroso.
El médico forense determinó que el niño tenía nueve marcas en su espalda, similares a mordeduras, que formaban un patrón. Los investigadores creen que Alex fue cortado con algún instrumento afilado.
No está claro si la madre de los niños será acusada de abuso y negligencia.
