Como inmigrantes mexicanos viviendo en California, Ricardo Cervantes y Alfredo Livas notaron que había muchas panaderías hispanas, pero ninguna parecía tener el particular sabor dulce de su país natal.
“Había pan dulce pero este no sabía como estábamos acostumbrados en casa”, dijo Cervantes recientemente en conversación con NBC y Telemundo.
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Ese anhelo finalmente se convirtió en el exitoso establecimiento La Monarca Bakery and Cafe.
Cervantes y Livas, quienes solían trabajar como especialistas de finanzas, ahora han convertido ese deseo de dulce hogareño en un negocio próspero y en crecimiento.
Después de años de aumentar la presencia física de la compañía en tiendas alrededor del área de Los Ángeles, los productos ahora se venden en tiendas Costco en todo el suroeste, en ubicaciones de World Market en todo el país y en las tiendas Albertsons, Vons y Pavilions en California.
¿CÓMO COMENZÓ TODO?
Cervantes y Livas son ambos de Monterrey, México, pero se conocieron como estudiantes en la Escuela de posgrado en Negocios de Stanford durante los primeros días de su programa.
En ese momento, ni Cervantes ni Livas tenían nada que ver con la industria de alimentos o de restaurantes. Ambos trabajaban en finanzas: Cervantes para un conglomerado de casi 30 empresas y Livas para Morgan Stanley.
Una tarde, estaban hablando en la sala de la casa que compartían y se dieron cuenta de que lo que más les había inspirado en Stanford eran las clases de emprendimiento. Al final de la conversación acordaron crear un negocio juntos.
“Al principio, parecía que podríamos dedicarnos a esto tal vez como medio tiempo”, dijo Cervantes. Pero mientras investigaban y hablaban con profesores, decidieron que es "una de esas cosas en las que tienes que quemar los barcos, tienes que lanzarte con todo".
Cervantes y Livas vieron una oportunidad para una cadena de panaderías en Los Ángeles y trabajaron durante casi dos años creando La Monarca Bakery and Cafe.
Querían un tipo diferente de panadería mexicana, una que te diera ganas de comprar hojaldres y comerlos allí, en la propia tienda.
Mientras conducían por diferentes vecindarios hispanos de Los Ángeles, Cervantes y Livas notaron que había mucha actividad pero no mucha inversión por parte de las grandes franquicias.
Hablaron con gente de esas grandes empresas y les sorprendió lo que le dijeron: las áreas no alcanzaban su umbral de inversión, según dijo Cervantes.
“Nos lo tomamos un poco personal porque pensé: '¿por qué no invertirías en estos vecindarios?'”, dijo Cervantes. "Esa era la mentalidad en ese momento", añadió.
Su experiencia hablando con los grandes grupos empresariales también reorientó su misión para La Monarca. Ahora, también querían crear oportunidades para las comunidades donde abrieran sus negocios y cuidar el medio ambiente.
“Esto no va a ser sólo por el pan, por el pan dulce. Este será un lugar que, con suerte, será una aspiración, en el que traeremos esta inversión a la comunidad y también crearemos oportunidades”, dijo Cervantes sobre su proceso de pensamiento.
¿POR QUÉ EL NOMBRE DE "LA MONARCA"?
“Monarca” se refiere a la mariposa que viaja entre 1,200 y 2,800 millas desde el noreste de Estados Unidos y el sureste de Canadá hasta el centro de México cada año, según el World Wildlife Fund.
Cervantes explicó que eligieron la palabra porque querían representar la resiliencia y perseverancia de los ciudadanos mexicanos, lo trabajadores que son y lo importante que es la familia para ellos.
“Fue una casualidad, pero al mismo tiempo, sí, una aspiración”, dijo Cervantes.
“Estuve mirando diferentes íconos de México durante un par de días y luego, al tercer día, vi una foto de una monarca y pensé, 'eso es'”, dijo Cervantes. “Para mí, la historia de la mariposa encarna perfectamente cuáles eran todas esas características de nuestro pueblo”.
Para rendir homenaje a esas mariposas, Cervantes y Livas donan 1% de las ventas de todos los productos empaquetados de La Monarca a EcoLife Conservation, una organización que protege y preserva a las mariposas monarca.
DE TENER UNA UBICACIÓN A VENDER EN COSTCO
Su primera tienda abrió el día de San Valentín de 2006 en Huntington Park, un suburbio de Los Ángeles. Fue exitoso y estuvo ocupado desde el principio.
Cervantes creía que su misión de crear oportunidades en la comunidad fue lo que los ayudó en sus inicios.
“Contratamos localmente… y luego esa gente, por supuesto, le dice a la gente que conoce que vive en la comunidad. Y muy rápidamente se corrió el boca a boca”, dijo Cervantes.
En 2022, uno de sus clientes, que resultó ser un trabajador de Costco, se acercó a ellos porque la empresa minorista quería vender más productos mexicanos e hispanos y le gustaba lo que tenían para ofrecer.
Cervantes dijo que el cliente se acercó y le preguntó si estaba interesado en vender productos a Costco.
“Es uno de esos momentos en los que tienes que pellizcarte un poco y luego, muy rápidamente, tienes que pensar: '¿cómo vamos a hacerlo realmente?'”, dijo.
Luego del contacto inicial, Cervantes y Livas tuvieron que aprender cómo opera Costco y cambiar sus empaques.
“Hay que trabajar junto con su equipo para hacerlo muy personalizado para Costco, por lo que teníamos que tener un empaque completamente nuevo, no en la apariencia o el color, sino en el tamaño, y luego nunca habíamos hecho un producto en esa cantidad", explicó.
“Recibimos una respuesta muy, muy buena, no sólo de los clientes de Costco sino incluso de nuestros propios clientes, que estaban felices de vernos allí”, dijo Cervantes.
Costco comenzó a vender productos La Monarca en 12 tiendas en la región de Los Ángeles y hasta ahora ha expandido los productos a nueve estados.
Ricardo Cervantes fue entrevistado para Bísness School, una serie que cuenta las inspiradoras historias de fundadores latinos. Suscríbete a Bísness School dondequiera que obtengas tus podcasts para recibir episodios futuros automáticamente. Recuerde, la escuela de negocios es cara. La escuela Bísness es gratuita.
