Invasión a Ucrania

“Nunca he llorado tanto en mi vida”: mexicana huye de Ucrania con su familia

Desde sus primeras noches durmiendo en el metro hasta su escape a Rumania, y finalmente un vuelo humanitario a la Ciudad de México.

Telemundo

SAN DIEGO - Las invasiones rusas en Ucrania continúan y miles de personas están en el intento de huir, pero muchos no lo han logrado.

TELEMUNDO 20 habló con una mexicana quien logró escapar del caos y del desastre en ese país y nos cuenta los momentos difíciles que ella y su esposo vivieron en ese intento de salvar sus vidas.

“Nunca he llorado tanto en mi vida como los seis días que estuve en Ucrania desde que inició la invasión”, dijo Ivette Rossano a quien aun se le dificulta dormir recordando el inicio de la guerra.

“Todos los sonidos me asustan todavía. Escucho una ambulancia o una patrulla normal y se me detiene el corazón porque siento que es una alerta aérea”.

Antes de que se iniciaran los bombardeos, Silvia Mercado compartió su mirada de Ucrania donde vive con su familia.

Rossano vivía en Chihuahua, México cuando en el 2018, por medio de una de sus amigas, conoció a su ahora esposo, Mykhailo Naumov, de origen ucraniano australiano.

Al principio era amor a larga distancia. Ella en México, y él en Ucrania.

“Después él viaja a México y en noviembre del 2020 nos casamos”, recordó.

Rossano se mudó a Ucrania con él a principios del 2021, y todo iba bien, hasta que sucedió lo que se temía. En febrero, Rusia comenzó a atacar a Ucrania, y las primeras explosiones se vivieron en la capital Kiev, justo donde vivía Rossano con su esposo.

“Más o menos como a las 5:10 a.m. empezamos a escuchar las primeras detonaciones”, recordó Rossano quien al principio pensó que era un tanque de gas. “Como 20 minutos más tarde nos dicen que estábamos siendo invadidos por Rusia”.

Después los estruendos se escuchaban cada vez más.

“Es una situación de constante estrés. Estás escuchando todo el tiempo sirenas, aviones, detonaciones”.

Aterriza en México el avión de la Fuerza Aérea con el primer grupo de mexicanos y ciudadanos de otras nacionalidades que fueron rescatadas de Ucrania.

Rossano, su esposo y uno de los hijos de él de su previa relación, huyeron de inmediato de su vivienda para refugiarse en una estación del metro, la cual fue habilitada como un refugio y en cuanto pudo Ivette contactó a su familia en México.

“Les dije, antes de que lo vean en las noticias, está pasando esto, nosotros estamos bien”.

Los bombardeos seguían, así que decidieron huir del refugio rumbo a la frontera con Rumania.

“Me sentía como en esos mundos de Mario Bros en donde tienes que ir sorteando pruebas cada vez más difíciles conforme te vas moviendo porque, así como nosotros había miles de personas que querían salir desesperadas”.

Para escapar, alquilaron un auto.

“Avanzabas más o menos 80 kilómetros por día, luego te quedas sin gasolina, pero no hay gasolina y cuando encuentras una gasolinera que tiene gas, tienes que hacer filas de tres o cuatro horas para que te pongan el máximo permitido que son 20 litros”.

Era mucha la desesperación.

“Veía personas en la carretera caminando, saliendo de la ciudad, empujando sus maletas o empujando carriolas”.

El gobierno del presidente López Obrador tomó la decisión. Para ver más de Telemundo, visita https://www.nbc.com/networks/telemundo

Durante el trayecto se topó con un desconocido quien desesperadamente les pidió que tenía una bebé de solo dos semanas y que los llevara con ellos. Le duele no haberlo podido ayudar.

“Te parte el corazón, pero te tienes que enfocarte. Esto es como las instrucciones cuando uno está en los vuelos, y que te dicen que, si quieres ayudar a todos, primero te tienes que ayudar tú, y que te tienes que colocarte la mascarilla para asegurarte y que primero te salvas tú y luego ves cómo vas a ayudar a los demás”.

Fueron seis días en carretera.

“Estábamos en un auto que rentamos y de hecho ese vehículo quedó abandonado en la carretera. Todavía no sabemos qué va a pasar con ese vehículo de la agencia, probablemente vamos a tener que pagarlo”.

Afortunadamente, tras casi una semana de lucha lograron llegar a la frontera con Rumania. Ahí los esperaba personal de la embajada de México para después conseguirles un vuelo humanitario a la ciudad de México para posteriormente ir a su natal Chihuahua donde se encuentran en este momento.

“Pensamos que en un par de meses queremos regresar a nuestra casa”.

Ivette agrega que para su esposo e hijastro es muy difícil su estancia en México, no solo por el idioma, sino además porque dejaron a sus seres queridos en Ucrania y lo que más anhelan es poder volver a abrazarlos, pero se sienten afortunados de haber podido escapar.

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