deportados en México

Niñas estadounidenses deportadas a México con su madre regresan a EEUU

Después de más de dos meses viviendo en Tijuana, la familia por fin duerme en Chula Vista y esperan pronto regularizar sus tramites migratorios.

Telemundo

SAN DIEGO – Una mujer hondureña cuyas hijas son estadounidenses regresó a California por el puerto de entrada de San Ysidro el sábado 29 de mayo, después de más de dos meses que la Patrulla Fronteriza las regresara a México.

TELEMUNDO 20 conversó con Gladys Alvarenga quien tras ser detenida intentando entrar a EEUU fue devuelta a Tijuana.

De sus tres hijos dos son ciudadanas estadounidenses, y tenían su pasaporte vigente. Pero eso no importó para ser expulsadas con su madre y hermano que son indocumentados.

Según la Patrulla Fronteriza, la familia había intentado entrar por la barda por Playas de Tijuana el 21 de marzo,2021.

Niñas estadounidenses que fueron deportadas de regreso a EEUU
Gladys Alvarenga
Las niñas con su hermanito de regreso en EEUU luego de pasar más de dos meses en Tijuana.

Esa noche, Naydelyn y Vianela cantaban en El Chaparral de Tijuana con esa alegría que solo los niños cultivan.

Cantaban, a pesar de haberles sido negada la entra a Los Estados Unidos días atrás, cuando cruzaron la verja fronteriza con su madre y su hermano menor, ambos indocumentados. Las dos niñas son ciudadanas estadounidenses.

“Me dice una, está bien mami, porque igual yo no me quería separar de ti. Que le vamos a hacer, pero si vamos a decirles que es nuestro país de origen, allí nacimos”, recuerda Alvarenga.  

Según Gladys Alvarenga, ella vivió 12 años en Estados Unidos como indocumentada, pero sus hijas nacieron en Florida. Hace unos años, se las llevó para Honduras, su país de origen para cuidar a su madre enferma.

EFE
El sábado, Glados Alvarenga y sus hijas regresaron a EEUU luego que las niñas fueran deportadas con su madre indocumentada a pesar de que ellas son estadounidenses.

Después de 5 años decidieron regresar con su otro hijo, nacido en el país centroamericano.

“No nos queríamos separar, ellas de igual manera no se querían separar y yo estaba dispuesta a darle la carta poder a un familiar, de confianza, pero no fue posible porque ya entramos a territorio estadounidense pedí el permiso y me dijeron que no, que tenían regresar conmigo”, asegura Alvarenga.  

Después de vivir en Tijuana por 69 días, el sábado entraron a Estados Unidos y por ahora viven en Chula Vista.  

La alegría jamás se separó de los hijos de Gladys, pero después de una entrevista que le hizo el noticiero nacional de Telemundo durante su estancia en Tijuana, se encontraron con la mezquindad de muchos a través de las redes sociales, dice Gladys.

“Usan a los niños para sacar provecho de las leyes migratorias”

“Descarada abusadora tratando de usar las niñas, debería darle vergüenza estar haciendo eso exponiendo las criaturas!! ¡¡Y después que les pasan cosas horribles culpando al mundo entero!!”

“a la cárcel a padres irresponsables”

“Bien hecho, no deben dejar pasar a esas abusadoras de niños”

Improperios de todo tipo

“Y otras decían que mis hijas se estaban muriendo de hambre allá en Honduras, y no no no, a mis hijas nunca les ha faltado nada”, asegura Alvarenga.

La madre hondureña dijo que permanecerá aquí en California mientras deja en orden sus trámites migratorios, y que sus planes inmediatos son encontrar un trabajo cuando pueda, y que sus hijos comiencen la escuela lo antes posible. 

La mañana de este sábado, una voluntaria de Al Otro Lado, Jenn Budd, acompañó hasta la entrada de la garita de San Ysidro a la familia.

Budd, exagente de inteligencia de la Patrulla Fronteriza de San Diego (California) que ahora ayuda a organizaciones de derechos de los migrantes, tranquilizó a la señora Alvarenga antes de que hablase con los uniformados.

Los inspectores en la garita “no pueden impedirles el paso”, dijo la exagente. “Si llegan a hacer eso, les haré un escándalo; hasta niños extranjeros no acompañados recibimos, por qué no vamos a recibir niñas estadounidenses con su madre”, dijo.

Finalmente, esta vez sí pudieron entrar, junto con al menos ocho familias más, y permanecerán un tiempo en Chula Vista, en California.

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