¿Qué pasa con los niños separados de sus familias?

Más de 2,000 menores terminaron solos, bajo la custodia de autoridades, en la frontera.

El gobierno de Donald Trump no ha encontrado la forma de reunir a las familias separadas por la nueva política de tolerancia cero introducida este año y que provocó que más de 2,000 menores fuesen separados de sus padres.

Esto elevó la preocupación sobre qué pasará con ellos y cuánto se demorarán las reunificaciones familiares.

Los críticos con esta política federal dicen que no solo es cruel separar a las familias, sino que también es injusto no contar con un mecanismo para reunirlas.

Los niños proceden en su mayoría de países centroamericanos, donde la violencia y las pandillas han obligado a muchos a huir.

Las familias mexicanas, que son menos en número, suelen ser deportadas automáticamente porque su país limita con Estados Unidos.

A continuación, los diferentes escenarios que enfrentan los menores y sus familias cuando son separados al intentar ingresar a Estados Unidos.

SEPARACIÓN

En el pasado, las familias con hijos que eran interceptadas luego de cruzar la frontera de forma ilegal podían estar juntas mientras sus casos se resolvían en los tribunales. La nueva política del gobierno exige que todos los adultos sean detenidos hasta el juicio y que se les separe de sus hijos.

Esto supone que los menores quedan bajo la custodia de la Patrulla Fronteriza por hasta 72 horas, y luego pasan a depender de la Oficina de Reubicación de Refugiados, una agencia del Departamento de Salud y Servicios Sociales.

Cientos de niños migrantes han sido trasladados a albergues en ciudades alejadas de donde están retenidos sus progenitores. El gobierno tiene alrededor de 100 centros en 14 estados, según el Departamento de Seguridad Nacional.

Los padres pueden utilizar una línea telefónica directa para localizar a sus hijos, explicaron las autoridades.

Pero los defensores de los migrantes dicen que no todos los detenidos pueden realizar llamadas o llegar desde un país extranjero si han sido deportados.

Es mucho más probable que los padres inmigrantes den con sus hijos si tienen abogados o patrocinadores que rastreen su paradero.

ASILO

El gobierno de Trump dijo que los padres que se presenten en los cruces oficiales de entrada al país en la frontera internacional y soliciten asilo no serán procesados y podrán permanecer con sus hijos.

Pero los defensores de los inmigrantes señalaron que esta afirmación es engañosa porque los agentes fronterizos no permiten la entrada de muchos al país para solicitar protección por los cauces legales, obligándolos a buscar otras vías de acceso.

Abogados y activistas apuntan que algunos hijos de solicitantes de asilo están siendo separados en puertos de entrada y que su paradero es difícil de rastrear.

El gobierno dijo que esto solo ocurre cuando los migrantes no pueden demostrar la relación familiar o cuando hay pruebas de que los menores han sufrido abusos.

SIN SUS PADRES

Las autoridades fronterizas llevan muchos años lidiando con menores que ingresan a Estados Unidos solos.

La última gran oleada se produjo en 2014, cuando llegaron tantos a la vez que la Patrulla Fronteriza tuvo que abrir alojamientos temporales y colocar a los niños en grandes jaulas sin camas ni mantas, una situación parecida a la que atraviesan hoy los que son separados de sus padres.

Los menores no acompañados pueden estar retenidos por la Patrulla Fronteriza durante hasta 72 horas antes de ser transferidos a la Oficina de Reubicación de Refugiados.

Los niños son trasladados a albergues de todo el país mientras los trabajadores sociales tratan de encontrarles padrinos adecuados, que deben ser un progenitor, un tutor legal o un familiar directo.

El gobierno también chequea el estatus legal de estas personas, lo que según activistas ha disuadido a muchos familiares de hacerse cargo de ellos.

Los niños pasan a viviendas de acogida si no se haya a los padrinos adecuados.

LIBERACIÓN DE MENORES

Cuando los niños son entregados a un padre o familiar, los tutores deben asegurarse de que asisten a las vistas en las cortes de inmigración y acuden regularmente a citas con las autoridades migratorias.

La resolución de sus procesos suele demorarse años por la gran acumulación de casos en estos tribunales, donde los jueces deciden si los niños pueden quedarse en Estados Unidos o deben regresar a sus países de origen.

Inmigrantes menores de 21 años que fueron abusados, abandonados o maltratados cuando eran menores pueden optar a una clasificación especial que les concedería la residencia legal permanente.

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