El cuerpo de la niña de 7 años que murió mientras estaba bajo la custodia de la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos, llegó a su Guatemala natal el domingo y estaba siendo llevada al campo para ser entregada a sus familiares para un último adiós.
Un ataúd blanco con el cuerpo de Jakelin Caal fue recibido por la tarde en el aeropuerto internacional de la Ciudad de Guatemala por representantes del Ministerio de Relaciones Exteriores del país y luego fue cargado en la parte trasera de un coche fúnebre negro por trabajadores con chalecos naranjas.
Ningún miembro de la familia estaba en el sitio. Domingo Caal, el abuelo de la niña, dijo a The Associated Press que la familia no tenía dinero para viajar de su aldea pobre a la capital de Guatemala.
En la casa de Domingo Caal, en el pueblo de San Antonio Secortez, en el departamento de Alta Verapaz, los familiares instalaron un pequeño altar de madera flanqueado por jarrones llenos de flores, con fotografías de Jakelin y el mensaje escrito a mano, "Te extrañamos".
Detrás de la casa, docenas de mujeres preparaban tamales y frijoles para alimentar a los dolientes.
Los familiares esperaban que el cuerpo llegara en las horas previas al amanecer del lunes en la aldea de unas 420 personas que viven principalmente de maíz y frijoles.
La aldea no tiene calles pavimentadas, agua corriente ni electricidad, y los residentes dicen que la disminución de los rendimientos de los cultivos y la falta de trabajo han empujado a muchos en la comunidad a emigrar en los últimos años.
Inmigración
Mientras en su tierra sus allegados se alistan para rendirle honras fúnebres en medio de una sombría navidad, la batalla legal alrededor de su deceso podría estar por comenzar.
Recientemente, los abogados que representan a su familia indicaron que solicitan una revisión independiente de las causas de su fallecimiento ya que según ellos la menor no recibió el tratamiento adecuado y que solo recibió unas galletas como alimento por parte de las autoridades migratorias.
Los abogados comentaron que hasta el momento no han presentado una demanda en contra del gobierno federal debido a que esperan los resultados de los exámenes que se le hicieron al cuerpo de la pequeña.
Pese a que el padre de la menor no ha dado entrevistas, Rubén García, director del albergue Casa Anunciación, dijo que el señor se encuentra estable y tranquilo porque su hija descansa en paz.
Caal y su padre, Nery Caal, de 35 años, fueron encontrados por autoridades migratorias en el desierto del sur de Nuevo México, cerca de Antelope Wells, el pasado 6 de diciembre de 2018.
La menor, que permaneció en custodia de la Patrulla Fronteriza durante unas ocho horas, comenzó a vomitar y a sufrir convulsiones teniendo que ser trasladada a un hospital de El Paso, Texas, donde murió el 8 de diciembre.
