¿Cómo se alimenta a los migrantes en Tijuana?

TIJUANA - Las mañanas en el albergue improvisado en el centro deportivo Benito Juárez comienzan con la fila para hacer el desayuno. Una fila que en ocasiones toman hasta tres horas para alimentar a los más de 6,000 centroamericanos que aquí se dan cita.

“Ahorita nos están dando chocolate con pancito”, dijo Roberto Castro, migrante hondureño.

Algunas madres se quitan el pan de la boca para dárselo a sus hijos. “Yo no comí, solo para los niños”, dice María Luisa Vásquez.

En el albergue, les dan pasta y frijoles y sin importar qué les sirvan dicen estar plenamente agradecidos con los tijuanenses.

“Gracias a Dios porque si nos han brindado bastante ayuda”, dijo Castro.

 Menores y adultos, aprovechan al máximo las tres comidas que les ofrecen diariamente. “Pues cómo es voluntad de ellos, las recibimos”.

Sin embargo, algunos migrantes aún pasan hambre.

“Casi no comí en todo el día, no comí, solo en la noche cuando regresé de haber tramitado mis papeles”, dijo David Maldonado.

En el albergue, la comida ha llegado por medio de donativos de varias organizaciones, mientras que la Marina Mexicana se encarga de distribuirla.

En ocasiones la fila es tan extensa que no todos alcanzan a comer, pero es la única opción que les queda.

“Si vale la pena porque no traemos dinero y la verdad lamentable”, dijo Edgar Centeno.

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