Caravana Migrante

Como zona de batalla se encuentran los puertos de entrada de San Ysidro y Otay Mesa

Muchos piensan que la frontera sur ya parece la entrada a un campo militar o la entrada a una zona de batalla.

La frontera más transitada de todo el mundo luce distinta; hay mallas de púas instaladas para evitar el ingreso de los miembros de la caravana y hay  carriles cerrados.

Estos dispositivos de seguridad intimidan a quienes llegan a California como turistas o cruzan frecuentemente para ir de compras.

“Con la seguridad que puso el presidente ahora es más difícil cruzar, el tiempo para pasar es mucho más largo y nos afecta a todos”, dijo un hombre que cruza con frecuencia la garita de Otay Mesa.

Saben que los migrantes de la caravana ya están aquí y que no son cientos sino miles que están a la espera de su turno para cruzar al país de las estrellas como lo hacen ellos. 

“No es culpa de los migrantes, digo tampoco está bien que se vengan así exigiendo en vez de llegar pidiendo, pero tampoco creo que sea toda la culpa de ellos”, comentó un conductor esperando en el puerto de entrada de Otay Mesa. 

Como parte de los preparativos, agentes de Aduanas y Protección Fronteriza cerraron dos carriles en Otay Mesa e instalaron una barrera donde ya hay oficiales esperando en caso de que los migrantes quieran cruzar de manera irregular.

Sin embargo, dichas medidas preventivas no convencen a muchos.

“Se me hace un poco exagerado solamente aseguraron un pedacito, qué pasa con todo el espacio restante”, dijo una conductora en la garita de Otay Mesa.

En tanto, el gobierno federal ya tiene a miembros del ejército trabajando en distintos puntos, desde California hasta Texas.

Los trabajos más recientes se dieron después de que varios miembros de la caravana burlaran la malla fronteriza y se entregaran a los agentes de inmigración.

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