Un grupo de personas iniciaron una huelga de hambre de manera indefinida en protesta contra la separación de familias y la existencia de ICE.
Seis activistas se han comprometido a no comer en un camino de lucho hacia lo que ellos llaman “justicia social”.
“Estamos en una huelga de hambre y no sabemos cuánto tiempo, hasta que nuestras almas nos lo permitan”, dijo Marco Amarral, uno de los participantes.
Esperan que las autoridades federales, estatales y locales respondan a una serie de peticiones que presentaron antes de permanecer en ayuno prolongado en el Parque Vista Terrance en San Ysidro.
Para empezar, exigen la abolición del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas, mejor conocido como ICE.
“Están aquí para dividir familias y para dar sufrimientos a nuestras comunidades”, dijo Amarral.
A Jerry Brown, gobernador de California, le piden que se manifieste en contra de ICE, así como reunirse con ellos para buscar una solución a la desintegración familiar.
“Que se reúnan las familias, son más de 3,000 que están separados”, dijo Amarral.
“Si por una hora me quitan a mis hijos no me puedo imaginar, la primera cosa que una madre hace cuando le quitan a los hijos es no poder comer”, dijo Gretel Rodríguez, otra participante en la protesta.
Consumirán solo agua y un té preparado por la comunidad indígena, solidarizándose que se unirán al sufrimiento de quienes se han visto afectados por las nuevas políticas de inmigración pero también con quienes han perdido a un ser querido en manos de las autoridades locales.
A solo metros de oficiales de la patrulla fronteriza, pidieron un fin al rechazo de las comunidades marginadas.
Fernanda Ríos, quien apoya a los activistas, dijo que más que el líquido vital espera que la comunidad los apoye durante su ayuno.
