La disposición del gobierno federal mexicano para retirar el llamado fondo migrante y sólo dar apoyo a los albergues en infraestructura hoy mantiene latente la amenaza de cerrar de forma definitiva casas, que apoyan hasta 1,400 migrantes por año en Tijuana.
Espacios que dice Matilde, le salvaron la vida a ella y sus tres hijos en Tijuana.
"Dos días anduve en la calle con mis hijos, dos días sufriendo con ellos, no hallaba que hacer", dijo la migrante de El Salvador, Matilde Morales.
Momentos de trauma y desesperación, posterior a pasar tres días en un centro de detención en Estados Unidos.
"Yo siento que para mi ver no vuelvo a salir de mi país, menos con mis niños", dijo la migrante.
Un apoyo que dicen los coordinadores del Albergue Ejercito de Salvación tiene los meses contados.
"De no enderezar nuestra economía en estos meses, del mes de enero al mes de febrero del 2020 tendremos que cerrar nuestro albergue", dijo el director del Albergue Ejercito de Salvación, Isaac Olvera.
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Pues el gobierno federal ha decidido no aportar un peso, para el pago de servicios.
"Si el albergue nos dice yo lo que necesito es que se construya aquí enseguida, si necesito camas se las dan, si necesito cocina también se las dan, pero no en efectivo", dijo el candidato electo a gobernador de Baja California, Jaime Bonilla.
Y el dinero para pagar renta, luz, y agua, no llega.
"No solamente estas personas duermen, comen, se enferman, hay que atenderles, hay que seguridad, ósea lamento mucho esa postura", señaló Olvera.
El albergue ubicado en la colonia Libertad, ya enfrenta un déficit de 77,000 pesos, hasta 5,000 dólares por mes que se deben cubrir.
Y dice Alex Zikakis, organizador del Albergue Ejercito de Salvación, que les preocupa en ambos lados de la frontera pues da mucha incertidumbre sobre como las organizaciones van a poder obtener los recursos para mantener los albergues abiertos.
Y entre los habitantes del albergue, el miedo a un cierre, dicen es constante.
"No, sería horrible eso", dijo la migrante de Guerrero, Leticia Gómes.
Condiciones que ha llevado a Matilde, a no creer más en el sueño americano, ni el mexicano.
"Siento que ya sufrimos demasiado para seguir otra vez, para seguir con lo mismo de intentar cruzar porque igual es mentira, no pasa la gente", dijo Morales.
Y esperar un avión el día de mañana jueves, que la lleve de regreso a El Salvador.
"Menos aquí, me dijeron ya no vuelva a intentar con sus hijos retornar, me dijeron", señaló Morales.
Este es el segundo albergue diseñado en Tijuana para dar atención exclusiva a mujeres y niños, uno que ha operado por cuatro años en la ciudad y hoy cuenta los meses y raciona sus recursos para seguir operando.
