“Estas son los bolsillos en los que nadie se queda,” dicta la página de Bandcamp de Sick Balloons. “Somos las voces que se quedan en el camino. Himnos para los desolados, verdades para los chicos.”
Esas son viñetas de una biografía, moviéndose como letras de una canción, que son la sinopsis del último material de la banda de North County, “drive-thru towns, flyover states.”
Es un EP en baja fidelidad, lleno de tambores amortiguados y brujería de cama, que encuentra al grupo empujando rock de garage lavado en distorsión y que su bio describe como “otra mirada de introspección y declaraciones sónicas del cuarteto amante del ruido.”
Y sí que lo aman, con Brandon en la batería, Jesse Lee en el bajo, y Cee Jay en la guitarra - todos manteniendo el ritmo - mientras que una capa de reacciones sirve para levantar el fraseo y las letras tajantes del líder Scotty Barret.
Hay rastros de Dinosaur Jr. y Guided By Voices, puntos de referencia incluso, pero la banda crea su propia magia, como cuando las armonías barbershop abren “Dial Away” o hasta tres cuartos dentro de “I Started A Fire,” cuando se desatrolla de una melodía impulsora a una deslumbrante canción de indie-rock para que todos canten.
El EP es ruidoso y denso, sin duda, pero éstos son los himnos de los desolados, así que también es elocuente y conmovedor - como en esos momentos donde Barret comparte perlas como “Plantaré las verdades, en toda tu boca, la chispa de juventud fugaz, para esconderte y taparnos un rato,” una flecha de verso penetrante y un clavado de cabeza hacia “Picnic War.”
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Y luego lo cierran, fieles a su forma, con “I’m Still Here” cantando: “No quiero dominar el mundo, solo quiero vivir mi vida, no he acabado todavía,” haciendo lo que aman, mojando todo en el ruido - todo.
