Muerte de buena samaritana es una trágica coincidencia para la familia

Una mujer de 19 años estaba tratando de ayudar a los pasajeros de un accidente automovilístico cuando fue atropellada.

“Estoy tratando de ser fuerte, pero no puedo”, dijo Elke Estrada, originaria de Perú y madre de la víctima. “Es duro, y no se lo deseo a nadie”.

Estrada llora la pérdida de su hija Bertha Estrada mientras trata de encontrar la fuerza de seguir adelante, especialmente para su nieto Omari de un año, quien se quedó sin madre.  

“Me abrazaba y me decía que me quería. Y siempre me decía ‘mírame en la cara, te quiero’, ‘yo también te quiero’ le decía”.

Estrada conducía  por la autopista 94 alrededor de las 1:45 a.m. Al ver un aparatoso accidente que involucraba un Mercedes-Benz y un Honda Civic, orilló su auto, se bajó por los carriles, y mientras se aseguraba que los ocupantes estuvieran bien, una camioneta Jeep llegó, los impactó y su cuerpo voló en medio de la autopista.

“Le gustaba mucho ayudar a la gente también”, dijo Estrada. “En varias ocasiones, ella trabajaba y miraba a los homeless y me decía ‘mamá, le di mi dinero a ellos’, y yo le decía ‘Ay Tita’”.

Le decían Tita de cariño. El nombre de Bertha se lo pusieron en memoria de su hermana mayor, quien trágicamente también murió en un accidente.

“Mi hija también tuvo un accidente de tráfico”, dijo Estrada. “Ahí murió mi hija, la mayor, tenía 9 años, y murió un día primero, igual que ayer”.

Bertha era una estudiante de Southwestern College, esperaba transferirse a una universidad para estudiar enfermería y tenía tres trabajos.

La policía cree que cuando su cuerpo cayó sobre el asfalto tras el impacto de la camioneta Jeep, un segundo vehículo podría haberla atropellado ya inconsciente.

“Uno de ellos que atropelló a mi hija está en el hospital y el otro se fugó”, dijo Estrada. “Ojalá lo puedan agarrar porque no se merece vivir”.

La familia abrió un GoFundMe  para apoyar a la familia con los gastos del funeral y para Omari quien se quedó sin madre. 

Contáctanos