Un buffet de abogados presentó un informe sobre el presunto abuso sexual en la Arquidiócesis de Los Ángeles donde se nombran a más de 300 presuntos acusados, dijo Jeff Anderson & Associates.
La querella contra los obispos de California es por el presunto encubrimiento de abuso sexual infantil que incluye: la Arquidiócesis de Los Ángeles, Arquidiócesis de San Francisco; Diócesis de Orange; Diócesis de San Bernardino; Diócesis de San Diego; Diócesis de Fresno; Diócesis de Sacramento; Diócesis de Oakland; Diócesis de San José; Diócesis de Monterey; Diócesis de Santa Rosa; y la Arquidiócesis de Chicago, donde el perpetrador trabajó antes de ser enviado a California.
Según Jeff Anderson, los obispos de California han puesto en peligro las comunidades en California al encubrir el actuar de al menos 309 clérigos que presuntamente habrían abusado sexualmente de menores.
Anderson comparó el actuar de la Arquidiócesis de Los Ángeles con la manera que actuó la Iglesia en Pennsylvania al encubrir el actuar de más de 300 sacerdotes, según un gran jurado.
La demanda dice que han identificado una manera de encubrimiento en la que los obispos han sido cómplices “moviendo, transfiriendo, escondiendo y manteniendo secretos” de curas identificados como ofensores.
37 padres fueron identificados en la Arquidiocesis de Los Ángeles como ofensores y la iglesia los mudó a otros países, por lo que el problema es de nivel mundial, dijo Jefferson.
Una de las victimas nombradas en la demanda es un hombre adulto que dijo que fue abusado por un cura, amigo de su familia por dos años desde que tenía 10 años.
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“No voy a entrar en detalles del abuso. Esta demanda es la única oportunidad que tengo para recibir justicia no solo para mí pero empoderar a otras víctimas a que se presenten”, dijo Tom Evans.
La demanda busca exigir que todos los obispos de California divulguen de inmediato los nombres y las historias documentadas de todos los delincuentes en cada diócesis que se mantienen en secreto en su poder.
En San Diego, cientos de personas se dieron cita en la primera de ocho sesiones abiertas al público que organizó la diócesis de San Diego en University City el lunes.
Las charlas tienen como propósito abrir la conversación en torno a las investigaciones que se realizan en todo el país sobre los casos de abuso sexual por parte del clero.
Algo que todavía muchos siguen sin entender, cómo más de 300 padres en Pensilvania pudieron abusar de niños durante siete décadas.
La diócesis de San Diego dio a conocer los nombres de ocho sacerdotes que tienen informes creíbles de abuso infantil contra ellos, elevando a 56 el número de sacerdotes abusivos conectados a la diócesis.
Sin embargo aseguran que desde el año 2003 crearon un programa para mejorar la protección a menores, revisando registros de antecedentes y huellas para todos los empleados de la escuela Católica y parroquias.
"Si hay un clero, una religioso, un religioso, una persona laida, un diácono, que tenga una acusación o algo en contra de un menor está fuera. Y es prioridad no solo para nosotros, sino en todo el estado", dijo Maria Olivia Galván, canciller de la diócesis de San Diego.
Para ver los horarios y lugares para las charlas en San Diego visita éste enlace.
