Desaparecido en San Ysidro: Tres años sin noticias de José Alberto

La desaparición de un hombre mexicano en la frontera de Estados Unidos tiene tanto a las autoridades como a sus familiares en una búsqueda sin fin. El caso es ejemplo de la fortaleza y de la incansable lucha de un padre quien lo ha dejado todo para dedicarse a la búsqueda de su hijo.

Fernando Ortigoza es un hombre desesperado. Ha cruzado la frontera cantidad de veces desde que desapareció su hijo José Alberto Ortigoza de 26 años, siempre llega hasta el mismo lugar: Una banqueta a tan solo pasos de la garita de Otay por donde diario caminan cientos de personas.

“Me tiemblan las corvas saber que en este lugar levantaron a mi hijo hace 4 años”, dijo Fernando al pararse en el lugar de los hechos.

Una y otra vez ha trazado los pasos de su hijo quien todos los días cruzaba a depositar dinero de su jefe desde la compañía en Tijuana hasta un banco en Otay.

“Ese día fue la tarde del 24 de enero del 2014, que pasó $300,000”, comentó Fernando.

Antes de entrar al banco fue interceptado por una camioneta, las imágenes captadas por una cámara de seguridad y confiscadas por la Policía de San Diego. Fernando explica lo que detectives le han dicho tras haber visto el video.

“Aquí abre la puerta, ellos dicen que dialoga un minuto con mi hijo y que mi hijo se da la vuelta a la otra puerta contraria del copiloto”.

Fernando alertó a la policía en México cuando José Alberto no regresó a casa.  Pronto sería evidente que la desaparición de su hijo no iba a ser fácil de resolver, comenta Jesse Navarro, vocero de la fiscalía del condado de San Diego.

“De que no haya testigos de que no haya información de que no haya video es algo totalmente fuera de lo común.  Especialmente en esa zona donde hay varias cámaras donde hay mucha actividad”, aseguró Navarro.

Autoridades tanto en San Diego como en Tijuana siguen investigando el caso. Entre las líneas de investigación se encuentra la compañía para la que trabajaba José Alberto, conocida hoy como Granos de Mexicali.  Navarro dijo tener “bastantes dudas de que la compañía hicieron lo adecuado, hicieron lo correcto para poder buscar o rescatar a esta persona que era uno de sus propios empleados, con una cantidad muy grande de dinero. Hay algo que simplemente no tiene sentido”.

Nos comunicamos vía telefónica con un representante de la compañía, quien no quiso ser identificado.  Sin embargo quiso dejar muy claro que en todo momento han cooperado con autoridades y que incluso en su momento habían contratado a un investigador privado para que siguiera el caso.

Fernando solo quiere una respuesta. “A mí no me interesa quien lo haya hecho, a mí me interesa saber dónde pusieron a mi hijo, donde está mi hijo”.

A raíz de su caso, Fernando empezó a colaborar con la organización Unidos Por Los Desaparecidos de Baja California, donde ayuda a otras familias a encontrar a sus seres queridos.  También quedo a cargo del hijo de José Alberto quien hoy tiene 6 años.

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