El doble homicidio sigue siendo una incógnita para las autoridades

Hoy se dio el último adiós a Verónica y Ana, las jóvenes hermanas de Escondido que fueron asesinadas hace dos semanas.

Uno a uno fueron sacando los ataúdes de Ana y Verónica Soto para darles la última despedida.

Las jóvenes residentes de Escondido fueron encontradas sin vida el 9 de agosto; la primera en un auto quemado y la segunda en su vivienda, en lo que apunta a un doble homicidio.

“Espero en dios y en la gente que me ha apoyado, y voy a buscar la ayuda para que el gobierno se ponga a trabajar”, dijo Martín Soto padre de las hermanas asesinadas.

Entre llantos inconsolables, familiares y amigos presenciaron la ceremonia de cuerpo presente. 

Por su parte el padre de las víctimas consideró el hecho una tragedia, y es que hasta ahora el principal sospechoso es Juan Carlos Ortega, quien era esposo de Verónica y al que su madre defendió hace unos días.

“Él no lo hizo, él no lo hizo”, aseguró Carolina Soria Ortega madre del sospechoso.

La muerte de ambas mujeres aún sigue siendo una incógnita, ya que el sospechoso le aseguró a su madre desde la cárcel que había sido manipulado, para confesar que había estado en la escena del crimen.

Sin embargo, el padre de Verónica asegura que su hija llevaba meses buscando una orden de restricción en contra de Ortega.

“Que esto sea un ejemplo, como lo dije anteriormente, no hay ley que proteja a las mujeres más que la propia familia y voy a buscar  la ayuda de abogados”, concluyó Martín Soto.

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