La Mara Salvatrucha o MS-13 es considerada como una de las pandillas más peligrosas en estados unidos, de tal manera que el mismo presidente Donald Trump le ha declarado la guerra.
Pero un ex pandillero de la MS-13 quien visitó la Universidad de San Diego para compartir su historia, dice que la estrategia de Trump solo va a fortalecer a la pandilla.
Asesinatos, extorsiones, violaciones y más, son tan solo algunos de los crímenes relacionados con la Mara Salvatrucha. Tan solo en mayo de este año el Departamento de Seguridad Nacional arrestó a 1,378 presuntos pandilleros, 104 miembros de la MS-13, como es conocida.
Alex Sanchez tenía 12 años cuando se unió a la Mara Salvatrucha. “Teníamos que enfrentarnos a mucha gente que aprovechaba. Tuvimos varios hombres que llegaban ahí a abusar de los jóvenes, de las jovencitas, querían muchos de ellos querían que les vendiéramos las jovencitas, que andaban con nosotros también en el barrio”, dijo.
Su vida con la MS-13 se convirtió en un ciclo vicioso de arrestos, cárcel y deportación, así vivió Alex por mucho tiempo. “En lo que uno va cayendo preso por las distintas actividades que hacia los muchachos terminan siendo deportados porque muchos éramos indocumentados y pues al rato ya estaban de regreso”.
Regresaban porque la deportación significaba la muerte para muchos. “Los escuadrones de la muerte lo mataban a uno cuando uno estaba dormido lo jalaban lo torturaban. Hemos tenido jóvenes que los matan a 15 días de ser deportados o han desaparecido del aeropuerto”, Sánchez aseguró.
Uno de los más grandes críticos de la violenta pandilla ha sido el presidente Donald Trump quien le ha declarado la guerra abiertamente a la Mara. A finales de Julio dijo que una de sus prioridades seria desmantelar y erradicar la pandilla de Estados Unidos.
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En su visita a la frontera de San Diego, el fiscal general Jeff Sessions también habló de la MS-13. Dijo que “Las políticas de inmigración que tenemos hacen posible que los miembros de estas pandillas regresen al país aun después de ser deportados, eso termina ya”.
Sin embargo el ex pandillero convertido en activista cuestiona el enfoque de la actual administración hacia la Mara. “Esta pandilla está compuesta por mucho inmigrante y es muy fácil demonizar esta población porque nadie va a venir a defender sus derechos civiles, nadie va a venir a abogar por ellos”.
Sánchez quien ahora encabeza la organización Homies Unidos dice que la deportación simplemente no es la solución. “Están metidos en un ciclo de desplazamiento donde este país no los quiere ni su país de origen no los quiere. Es bien difícil tratar que los jóvenes y la gente involucrada en esto se reforme si no hay lugar donde reformarse”, concluyó.
