El recuerdo de aquel domingo 17 de Abril de 2016, aun lo lleva marcado en la piel y aún más en la memoria.
Ese día llegó un hombre y le preguntó a Julio Edeza por las máquinas de agua, momentos después él le ayudó a subir el agua a su camioneta para luego ser atacado brutalmente.
“Me tiro la gasolina, la pude sentir y pude probarla, y después me prendió fuego”, dijo Edeza.
Sobrevivió gracias a los empleados de la farmacia Rite Aid quienes apagaron las llamas con un extintor de incendios.
“Siempre voy a estar agradecido”, comentó Edeza
Julio fue trasladado al hospital inconsciente, pero terminó en coma. Un año después volvió a abrir los ojos, en ese momento no sabía que su atacante identificado como Ricardo Garibay IV, había sido sentenciado a cuatro cadenas perpetuas por dos cargos de intento de asesinato y otro de mutilación agravada.
“Yo lo perdono, no quiero vivir con este rencor y amargura”, aseguró Edeza.
Una amargura que dice se había convertido en un obstáculo en su camino a la recuperación.
“Al principio sentía mucho coraje, después dije no le voy a sacar nada”, comentó Edeza.
Desde entonces se ha enfocado en su rehabilitación y en su nueva relación sentimental.
Su novia se llama Lanie Mae y dice estar segura que Julio tiene un mayor propósito en la vida; aunque actualmente su situación económica se interpone en su camino, ya que el seguro médico no puede pagar todo y todavía le falta mucho por recuperarse.
Ellos crearon una cuenta en “GoFundMe”, para solventar los gastos del tratamiento y de vivienda,
Con más fuerzas que nunca pero sobre todo una buena actitud, Julio dice sentirse invencible y asegura que le falta poco para voltear la página y empezar un nuevo capítulo en su vida.
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“Me pudieron quemar mi piel pero jamás, ni él ni nadie podrá dañar mi espíritu. Me falta poco para poder usar mis manos y seguir trabajando”, concluyó Edeza.