Imperial Beach amenaza con demanda de no solucionarse el problema de los derrames

“Los derrames de Tijuana nos están matando”, dijo el alcalde de Imperial Beach Sage Dedina durante una conferencia de prensa en la frontera.

El lunes se registró el último derrame de 600 mil galones de aguas negras que se colaron por el río Tijuana, llegando a zonas como Imperial Beach.

“El problema no ha terminado, el problema es crónico que ya tiene varias décadas tomando lugar”, dijo Paloma Aguirre, de la organización Costa Salvaje.

Desde el inicio del año, el llamado Tsunami de aguas negras se convirtió en la gota que derramó el vaso. Playas desde la frontera hasta Coronado tuvieron que ser cerradas por varias semanas, más de 250 millones de galones de aguas negras provenientes de México contaminaron todo a su paso, la causa una falla en el sistema recolector en Tijuana.

“El gobierno de Baja California está rezando que no vienen las lluvias el invierno y rezando a Dios, no puede ser una estrategia de buscar eliminar el derrame de agua negras”, dijo Dedina.

Ante el panorama, la estrategia de autoridades locales, es llevar hasta las cortes federales el problema, amenazan con demandar a la comisión internacional de aguas y límites, el organismo estadounidense que dicen debía haberse hecho cargo del problema desde hace mucho.

“Pensamos que las violaciones pueden ser las más serias en la historia de Estados Unidos, o sea es imposible de explicar el problema las violaciones continuas, derrames continuos”, dijo Dedina.

Exigen incrementar la capacidad de la planta tratadora de agua al sur del condado, limpiar cañones, construir colectores fluviales. Según Dedina, del lado mexicano no hay interés por parte de las autoridades de solucionar el problema.

“Aparentemente no viene ni un peso del gobierno federal, prometieron mucho dinero y aparentemente ya no tienen planes de mandar ni un peso a ayudar a CESPT para hacer el mejoramiento del sistema de saneamiento”

Por lo pronto las consecuencias del problema no han sido solo para residentes, por lo menos 59 agentes de la patrulla fronteriza han resultado con problemas de salud. Informan de impacto a las vías respiratorias, a los ojos, infecciones de la piel y el estómago. 

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