La corrupción no sabe de fronteras, ni tampoco de agencias. Los casos de corrupción entre agentes migratorios van desde tráfico de personas hasta lavado de dinero, expertos aseguran que los estándares en las pruebas de confiabilidad de las agencias gubernamentales han bajado.
A menos así lo evidencia un nuevo reporte del Proyecto de Supervisión del Gobierno (POGO por sus siglas en inglés) que desde el 2004, contabiliza al menos 207 casos de corrupción que involucran tanto oficiales de CBP, como agentes de la patrulla fronteriza.
“No hay nada de transparencia, porque todo lo que pasa en la frontera desde el año 2003, secreto, sumergido bajo el rubro de seguridad nacional”, aseguró Everard Meade, director del Instituto Transfronterizo de la Universidad de San Diego USD.
Las faltas de los agentes van desde tráfico de personas, soborno, declaraciones falsas, y hasta lavado de dinero.
Desde que el presidente Trump asumió la presidencia, van 13 casos de corruptelas, apenas ayer en la Corte Federal de San Diego, un agente de la Patrulla Fronteriza fue sentenciado a 70 meses de cárcel por intentar contrabandear cocaína y metanfetamina estando activo.
Pero según el comité de amigos americanos la corrupción sólo es una parte, y es que son decenas las quejas de abuso de fuerza, prepotencia y revisiones invasivas en contra de oficiales migratorios
“Todos los días recibimos llamadas telefónicas de personas”, dijo Sofia Sotres, asociada de Derechos Humanos del Comité de Amigos Americanos. “Del 2017 al 2018 tenemos alrededor de 100 quejas documentadas, más quejas anónimas alrededor de 30”.
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Aduanas y protección fronteriza nos contestó que “A pesar de los esfuerzos, como en cualquier organización, periodicamente habrá elementos que sucumben ante la corrupción. Es inaceptable y siempre se toman las medidas necesarias”.
Pero expertos aseguran que los estándares en pruebas de confiabilidad han disminuido.
“La gran mayoría son puestos confidenciales y tienen que pasar por varias pruebas, polígrafos, historias criminales y todo eso, y muchos de los solicitantes han fallado, no han podido y la presión es bajar los estándares”, dijo Meade.
Todo ocurre mientras la patrulla fronteriza a nivel nacional experimenta una escasez de 3,000 agentes, la agencia simplemente no ha podido complementar sus filas.
