Un juez en San Francisco ha puesto un freno a la política de la administración Trump de devolver a los solicitantes de asilo a México mientras esperan que un tribunal escuche sus casos, pero la orden no entrará en vigencia de inmediato.
El mandatario dijo que haría lo que fuera necesario para proteger el país y la secretaria de estado, Sarah Sanders calificó al juez de activista liberal.
La funcionaria denunció que México ahora está haciendo más para proteger las fronteras estadounidenses que los congresistas demócratas, y calificó la situación de “lamentable”.
En tanto, los migrantes que están a la espera de su caso en Tijuana aseguran que está decisión representa una luz al final del camino.
“Estoy feliz porque mi meta no era que me regresarán a México, yo tengo miedo de que el papá de mi niño me haga algo”, dijo una migrante que se encuentra a la espera de su caso en Tijuana.
“Yo no quiero pedir asilo en México, yo quiero ir a Estados Unidos porque es un país seguro”, dijo un migrante quien ya renta una vivienda en Tijuana.
Los centroamericanos que fueron retornados dijeron que pedirán asesoría a sus abogados para saber cuándo podrían regresar a los Estados Unidos y así entender su situación legal para seguir con su petición de asilo político.
