El 11 de diciembre alrededor de 100 migrantes centroamericanos marcharon hasta el consulado americano en Tijuana con una carta dirigida al gobierno de EEUU, donde piden hasta 50,000 dólares por cada integrante de la caravana para regresar a sus países.
Incluso en la carta enlistaron varias peticiones.
“Estamos pidiendo que si no quieren que ingresemos a su territorio, se lleve a Juan Orlando Hernández”, dijo Alfonso Guerrero, un miembro de la caravana, refiriéndose al presidente actual de Honduras.
Algunos de los migrantes también dijeron no estar de acuerdo con todas las especificaciones mandadas al gobierno de EEUU, pero dicen tener fe de dar un paso en la dirección correcta.
“No podemos regresar a Honduras con las manos vacías, hay personas que nos esperan allá, mis dos hijas y no puedo llegar con las manos vacías”, dijo José Tulio Rodríguez, migrante hondureño.
Le dieron al gobierno de EEUU un plazo de 72 horas para responder a sus demandas.
Por lo pronto, los migrantes no dijeron que pasaría si el gobierno estadounidense no cumple con sus demandas o no responde a ellas.
