San Diego rinde tributo a héroes caídos en el 9/11

Las ceremonias en San Diego coincidieron con eventos realizados a nivel nacional

Después de 18 años del ataque terrorista más mortal en la historia de Estados Unidos, estadounidenses a lo largo del país rindieron tributo, incluyendo en San Diego, con la promesa de nunca olvidar a los fallecidos el 11 de septiembre del 2001.

Las ceremonias de conmemoración en San Diego iniciaron desde la semana pasada, cuando cientos de voluntarios subieron 110 escaleras del hotel Bayfront Hilton para conmemorar a los paramédicos y bomberos que fueron los primeros en llegar a las torres gemelas de World Trade Center en Nueva York, ese día, para salvar a miles de personas.

"Son una de esas cosas que se tienen que hacer porque nunca puedes olvidar lo que pasó en el pasado", dijo el bombero del aeropuerto de Palomar, Ryan Grophe.

El tráfico fue parado de entre tres a seis minutos en todos los puertos de entrada de la frontera de Estados Unidos con México, a partir de las 5:46 a.m. de este miércoles que fue la misma hora en la que el primer avión chocó con una de las torres en Nueva York, como parte de una conmemoración de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza, donde se tuvo un momento de silencio.

El Museo de Veteranos en el parque Balboa sonó su campana por lo menos unas 2,977 veces, en honor a cada una de las vidas perdidas, cuando dos aviones chocaron con las torres gemelas, y éstas se derrumbaron.

La campana de ese museo, es una de las conexiones entre San Diego y el 9/11, ya que la campana está hecha de hierro perteneciente del World Trade Center.

Una ceremonia simbólica dio inicio a las 8:46 a.m., para coincidir con el tiempo que el primer avión chocó con una de las torres.

Bomberos y paramédicos estuvieron afuera de la estación de bomberos de Coronado, en la mañana de este miércoles, para rendir tributo a los 343 bomberos que fallecieron ese día y a los otros rescatistas que fallecieron al tiempo después por enfermedades relacionadas con el 9/11.

Se ha vuelto una tradición en San Diego, que los bomberos jubilados de Nueva York rinden sus respetos a bordo del USS Midway. La ceremonia incluyó el sonido de campanas, así como un saludo con 21 pistolas.

El evento conmemorativo inició en el 2006, cuando oficiales del capítulo de San Diego de los bomberos jubilados de Nueva York pidieron realizar el evento a bordo de la histórica embarcación.

Una obra de arte en tributo a las víctimas del 9/11 llegará a las instalaciones de Liberty Station, presentado por parte del Departamento de Bomberos de San Diego, como una pieza que ha recolectado fondos para familias de bomberos locales que han perdido la vida.

Las ceremonias en San Diego coincidieron con eventos realizados a nivel nacional incluyendo en la zona cero del ataque en Nueva York, donde este miércoles se leyeron los nombres de las 2,977 víctimas en una ceremonia.

Recordando a los fallecidos

Varios sandieguinos perdieron la vida en el ataque que incluyó el secuestro de cuatro aviones. Dos de los aviones volaron hasta las torres gemelas, mientras que otro se estrelló en el Pentágono, y otro en un terreno en Pennsylvania.

Deora Bodley de 20 años, era una estudiante de Mira Mesa, quien iba en camino a visitar a sus amigos en Nueva Jersey, cuando su avión el vuelo United Flight 93 fue secuestrado.

"Deora Frances Bodley tendría 38 años hoy. Ese día, ella era la pasajera más joven en el vuelo", dijo el ex gobernador de Pennsylvania, Mark Schweiker, durante una ceremonia en conmemoración a los fallecidos en el vuelo 93, este martes.

Los 33 pasajeros y los siete miembros del vuelo 93, fueron nombrados como héroes por el sacrificio de sus vidas que evitó que la tragedia fuera aún más grande.

Brian Sweeney, quien vivió en Pacific Beach, estuvo arriba del vuelo 175, y ese día logró mandar un mensaje de vox a su esposa, momentos antes de morir, en el que dijo: “Hola Jules, soy Brian. Escucha, estoy en un avión que fue secuestrado”.

Susie Ward Baker de La Mesa, perdió a su hijo, Tim Ward de 38 años, quien también volaba en el vuelo 175.

La residente de Ramona, Ann Browne esperaba la llegada de su padre, Francis Grogan desde Massachusetts, quien volaba en primera clase en el vuelo de United.

Robert Penninger de 63 años, de Poway, estaba en el vuelo 77 de American Airlines, cuando se estrelló contra el Pentágono.

El hijo de una pareja de La Jolla, Brent Woodall, llamó a sus padres desde la torre 2, cuando se estrelló el primer avión, y luego volvió a llamar a sus padres para decir que estaba saliendo, cuando se desplomó la torre.

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