Una joven se graduó con honores en San Diego, pero su madre no pudo estar presente, ya que se encuentra en Tijuana, y no tiene documentos para cruzar.
Fue un momento de mucha alegría y satisfacción, y aunque sus padres no pudieron estar presentes, Kary afirma que todo el esfuerzo valió la pena.
Es uno de los días más añorados por muchos jóvenes, su graduación de preparatoria.
"Estoy muy feliz", dijo la recién graduada, Kary Muñoz. "Espero que mis papás estén orgullosos de mi porque le eche muchas ganas para seguir yendo a la escuela y nunca darme por vencida".
Y es que sus padres no pudieron estar presentes durante este día tan especial ya que a su madre le quitaron la visa y a su padre se la negaron.
"Ha sido muy difícil, pero le eché ganas", dijo la graduada.
Esas ganas de salir adelante fueron su mayor motivación, y así logró graduarse con honores.
No siempre fue fácil y la adolescente reconoció que tuvo problemas con sus calificaciones, pero su madre fue su inspiración para ser fuerte y así graduarse con un 3.57 GPA, a pesar de todos los obstáculos en su vida.
"Voy a estudiar medicina y ahorita estoy en microblading", comentó.
Asegura que nada de esto hubiera sido posible sin el apoyo de sus dos hermanas mayores con las que vive desde que su madre fuera deportada.
"Ellas siempre lucharon para que no me faltara nada", comentó.
La visa de su padre se venció cuando ella cursaba el primer año de preparatoria y la de su madre durante el segundo año.
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Pero la distancia no fue impedimento para celebrar, ya que sus padres la esperaban al otro lado del muro.
"Este es el empiezo, sigue algo grande, todas las metas que ella se ponga es capaz de lograrlas y le espera mucho por delante", expresó la madre de Kary, Pety Gallegos.
Ya que es mayor de edad, Kary piensa ir más seguido a Tijuana y poder compartir más momentos junto a su madre.
