Un hombre de Escondido pasará al menos 26 años en prisión por matar a su madre con un martillo en la casa que compartían, dictaminó un juez el miércoles.
David McGee, de 25 años, fue declarado culpable de asesinato en primer grado por la muerte de Rebecca Apodaca, de 55 años, quien fue encontrada el 1 de febrero en una casa en North Hickory Street, entre E Washington Avenue y Valley Parkway.
Su hermana, Rebecca Apodaca-Smith, y su abuela instaron a la corte a tomar en consideración el estado mental de McGee cuando lo condenó.
"Fue un acto muy egoísta lo que hizo mi hermano. Pero cuando estás en medio de algo tan desesperado que piensas que debes matarte, cosas que antes parecen impensables, la gente piensa en hacerlo", dijo Apodaca-Smith.
Uno de los primeros en responder, Thomas Hankins, un Capitán de Bomberos del Departamento de Bomberos de Escondido, dijo que cuestionaron la condición mental de McGee.
"No parecía del todo allí", dijo Hankins. "Sus ojos estaban apagados. Hablaba incoherentemente y no tenía mucho sentido".
La policía encontró a Apodaca con un gran trauma en la cabeza y un martillo en la mesa junto a su cama. McGee yacía desnudo, cerca del baño cuando llegaron los primeros socorristas.
Local
Apodaca-Smith creía que su madre habría perdonado a McGee.
"Mi hermano necesita pagar por lo que hizo. Necesita tener consecuencias absolutas y adecuadas. Pero el hecho de que conozco a mi madre, y mi madre lo perdonaría; lo perdono; sé que mi abuela lo perdona, mi abuelo, mi familia."
McGee sollozó mientras se disculpaba.
"Nada puede traerla de vuelta. Nada. Y lamento mucho lo que he hecho", dijo McGee. "No te estoy pidiendo que me dejes ir. Solo que al menos déjame ver la libertad un día para poder compensar lo que he hecho".
El juez le dijo a McGee que su disculpa no cambia la "finalidad de la decisión que tomó".
McGee fue condenado a 25 años de prisión perpetua por asesinato en primer grado y un año de prisión por el uso de un martillo. Tendrá que pagar una multa de restitución de $10,000.
"Has devastado a toda tu familia. Me duele ver a tu hermana y tu abuela sentadas aquí hoy sin una madre y una hija", dijo el juez.
McGee recibió un abrazo de su abuela antes de que se lo llevaran.
