Una nueva vida sin orientación después de ser deportado

A una madre de familia y su hija, ni siquiera le dejaron los cordones de sus zapatos para caminar bien

Un posible incremento en las deportaciones de personas desde Estados Unidos a México, ya representa una afectación directa no sólo para los albergues en Baja California ante la falta de recursos, sino también para quienes llegan a Tijuana ante el trauma de iniciar una nueva vida sin orientación alguna y en un país que ya no reconocen como propio.

Es el sentimiento de Constancio.

"Nervioso, pues has de cuenta que se anuló, pues mi vida", expresó el deportado mexicano, Constancio Martínez.

Quien dice justo al cruzar la reja del Chaparral a Tijuana, su sueño americano le fue arrebatado.

"Mi futuro era estar allá, y trabajar, y pues hacer bien las cosas", comentó Martínez.

Apenas cruzó fue trasladado a un albergue en la zona centro en Tijuana, sin embargo, el techo lo tuvo brevemente.

"Ahí dan permiso de quedar tres días, comas ahí, ya más adelante nomás no", señaló.

Pero la suerte de Constancio de encontrar una cama en el día de su deportación, no es la misma para todos. Yessica, quien fue deportada este jueves, dice hoy no tiene idea donde pasará la noche junto a su hija.

"No nos dieron ninguna orientación, solo nos dijeron, pues bueno los soltamos en Tijuana, y ustedes miren que hacen ahí, ustedes saben que pueden hacer, no nos dieron ninguna opción a nada", señaló la migrante de Guatemala, Yessica Cordón.

Y ni siquiera le dejaron los cordones de sus zapatos para caminar bien.

Constancio dice este jueves, no puede concentrarse en buscar un empleo en Tijuana.

"Estoy preocupado más sobre mi caso, para trabajar aquí necesito estar seguro, quiero que todo asiente, no puedo estar con mi mente allá, y todo eso, quiero estar seguro en lo que estoy haciendo", dijo Martínez.

Pues el recuerdo de su deportación sigue vigente.

"Me esposaron y todo eso, ok vete a traer tijeras, vamos a cortar el grillete, y tu sales deportado me dijeron", dijo.

Menciona que con tres hijos nacidos en Estados Unidos, y 14 años de vida en San Diego, fue remitido a un centro de detención en Otay Mesa, cuando se encontraba trabajando como constructor.

"Vengo a arreglar una cosa y no vengo a que me estén deportando, yo no quiero estar en México le dije", señaló el recién deportado.

Después de dejar el centro gracias a un perdón que consiguió su abogado, dice la falta de pagos le llevó a una cita en la que esperaba resolver su situación migratoria y fue sorprendido con una deportación definitiva.

"De financiera me trajo aquí a la oficina de migración en el centro de San Diego, ahí es donde aprovecharon y me esposaron, ahí dentro", aseguró Martínez.

Los migrantes solicitaron exista más orientación al momento de ser deportados en la zona del Chaparral, pues muchos y sobre todo los centroamericanos dicen una vez de regreso en Tijuana, no tienen idea de donde resguardarse.

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