SAN DIEGO- Berta Morrill ha sido fanática de los Padres de San Diego desde que tenía 12 años. Ahora tiene 96 años. Son más de ocho décadas apoyando a lo que ella llama “su equipo”.
¿La mejor parte de su fanatismo hasta ahora? El segundo juego de los Padres contra los Phillies de Filadelfia en la postemporada de este año.
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“Nos lo pasamos muy bien. Todos gritaban y saludaban”, dijo Morrill, recreando el momento con su toalla dorada de rally de los Padres. “Me cansé de decir, ‘Yay, yay, yay’”.
La mujer de 96 años fue invitada especial de uno de los jugadores, Blake Snell, quien se enteró de ella por un video de TikTok que hizo su nieta, Anais Pauley.
Se podría decir que ir al juego de postemporada de los Padres era una especie de elemento de la lista de deseos para Morrill.
Pauley explicó que su abuela dijo que le gustaría ver a los Padres jugar un juego de campeonato antes de morir, lo cual, lamentablemente, surgió después de perder recientemente a su hermano.
“Mi hermana dijo: ‘Vamos a publicar algo en Internet’”, dijo Pauley, explicando cómo todo esto llegó a buen término. “No soy como un gran (creador) de TikTok, pero pienso: ‘Sé que aquí es donde las cosas se vuelven virales’, así que hice un pequeño TikTok con mi abuela con su gorra de los Padres y le conté una breve historia”.
Pauley publicó el video y etiquetó algunas cuentas, incluida la página de Blake Snell, que pensó que podría ayudar a su abuela a conseguir entradas para el juego con acceso para sillas de ruedas.
Al día siguiente, Pauley dijo que un representante de los Padres se acercó y dijo que Snell vio la publicación.
“‘Blake vio tu video, le encanta. Él cree que su abuela será su amuleto de buena suerte en el partido del miércoles, por lo que les aseguró dos boletos accesibles para sillas de ruedas para el partido del miércoles’”, dijo Pauley, compartiendo lo que el representante le dijo por teléfono.
Morrill no sabía que esto estaba sucediendo, así que cuando Pauley llegó a su comunidad de jubilados para sorprenderla con la noticia, Morrill se quedó boquiabierta.
La pareja fue al juego, camisetas, cartel de “Snellzila” y todo, para animar al nuevo jugador favorito de Morrill que también estaba lanzando en ese juego.
Si bien tenía su favorito en el campo, Morrill no tardó mucho en convertirse en uno de los favoritos entre los que estaban en las gradas.
“Todos vinieron y chocaron los cinco, no sé por qué. No me conocían”, se rió Morrill, mientras Pauley le aseguró que era porque la gente la amaba. “Creo que unas 100 personas me dieron (choca) los cinco”.
Morrill comenzó a ser referida como un amuleto de la buena suerte, que pasó a ser “abuela de la buena suerte” o “Alcalde de Padres”.
“Se siente genial. Tengo 96 años y nunca pensé que esto sucedería a esta edad”, dijo Morrill.
Cuando se le preguntó por su predicción sobre los Padres en esta serie, como cualquier abuela amorosa, Morrill se mostró comprensiva y optimista con sus expectativas.
“Solo rezo para que sigan adelante. Lo hicieron muy bien el otro día cuando los vimos y sé que son capaces. Solo espero y rezo para que ganen”, dijo Morrill. “Pero, lo hagan o no, son mi equipo”.
