San Diego

Abuela que lucha contra el cáncer sale todos los días a las calles de San Diego a vender cubrebocas

López dijo que sale a la calle a vender sus cubrebocas para salir adelante, para demostrarle a la comunidad que ni siquiera la enfermedad ha podido con ella.

Telemundo

SAN DIEGO - A pesar de su preocupación por la pandemia, y que aún lucha contra el cáncer, una madre y abuela sale todos los días a vender cubrebocas a las calles de San Diego.

Ella dijo que lo hace por dos motivos. Uno para salir adelante, y dos, para demostrarle a la comunidad que ni siquiera la enfermedad ha podido con ella.

En la esquina de 28th Street y B Street en el área de Golden Hill, se acostumbra a escuchar el ruido de los autos. Pero desde la semana pasada, se ha escuchado algo sumamente distinto.

Una máquina de coser en plena calle es lo que ahora se escucha, y quien la maneja es Clarissa López, una residente de San Diego.

“Para mi esto es como terapia”, comentó López.

Clarissa López

Ella vende cubrebocas, y estas son bordadas en máquina. Lo único que hace uno, son los elásticos, y la costura. Y ella dijo que es un talento que aprendió de su abuela.

“Ella tenía una máquina de pedal y yo me sentaba ahí haciéndole ropita a las muñecas”, comentó.

Ahora, casi 45 años después, coser ya no es un juego. Ahora es su sostén, ya que no puede trabajar como antes.

“Me dio cáncer en diciembre del 2016, fue mi regalo de navidad. Me encontraron una bola en mi pecho derecho”, expresó.

Eso le cambió la vida.

“Me quitaron los dos pechos completamente y me quitaron 27 ganglios infectados”, dijo.

Y la cicatriz fue una de las marcas físicas que aún le quedan.

“Fue algo triste para mi como mujer que me quiten mis pechos”, dijo.

A raíz de eso, y tras haber perdido todo su cabello, esta madre de familia cayó en depresión, pero la costura ha sido su ruta de escape.

“Cada día es una esperanza, es un nuevo despertar y le doy gracias a Dios”, dijo la abuela.

Y ahora, con el apoyo de una inmobiliaria, conecta su máquina de coser para vender lo más que pueda y así salir adelante.

“Que nunca me regrese el cáncer. No volverme a enfermar, pero tengo que ser realista. Los doctores me dicen que como es metástasis, se puede regar a otras partes del cuerpo”, dijo sobre su sueño.

A pesar de eso, López se mantiene positiva y le hace la lucha a su nuevo negocio que atiende de lunes a sábado por las mañanas.

“Yo para hacer un mundo mejor, me pongo a orar, oro mucho”, expresó.

Y mientras hace eso, sigue cosiendo coloridos cubrebocas.

Además, otro de sus propósitos en la vida, es ser un ejemplo para las mujeres y demostrarles que nunca se deben dar por vencidas.

“Cada día es una esperanza y nuevo despertar y contenta que sigo aquí en este lugar”, agregó.

En cuanto a las mascarillas, ella dijo que le encanta hacerlas a la medida de cada persona para que se vayan contentos y por supuesto, para que regresen por más.

“Es algo muy bonito, es un talento que Dios me dio”, comentó.

Para llegar a la esquina donde tiene su puesto ambulante en la intersección de 28th Street y B Street en Golden Hill, López camina todos los días cargando su mercancía, su mesa y en ocasiones la máquina, pero dijo que aunque se cansa, no le molesta, ya que hace lo posible por mantenerse sana y así vivir más años.

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