OTAY MESA- Mientras activistas piden al gobernador de California, Gavin Newsom, protección contra la pandemia a detenidos en centros de detención de inmigración, inmigrantes en Otay Mesa, ahora temen más que nunca por su vida.
TELEMUNDO 20 habló en exclusiva con un detenido sobre el martirio que viven.
Un cambio en los servicios médicos que reciben aseguraron está poco a poco acabando con su salud y de algún día salir, quedarán marcados para siempre.
“Me da miedo morir”, dijo Rosendo De la Sancha Mondragón, detenido en el Centro de Detención de Otay Mesa.
Entre la muerte y la vida, dijo De la Sancha Mondragón, que son sus días en el Centro de Detención de Otay Mesa. Días que de por si se las veía negros, ahora son aún mas turbios durante la pandemia de COVID-19.
“Sábados y domingos no hay doctores”, dijo De la Sancha Mondragón. “Se me hizo un granito y un hoyo en la pierna atrás del lado derecho y no me querían atender, estuve más de una hora tirado en el suelo”.
Negligencia que activistas adjudican a que en septiembre, CoreCivic tomó control de los servicios de salud en la institución penitenciaria, que anteriormente administraba ICE.
“Nada más les dan ibuprofen para cualquier queja o enfermedad que tengan y no les dan refill a su prescripción”, dijo Ymoat Luna, de Resistencia a la Detención.
Por lo que este martes, exigieron al gobernador de California hacer responsables a compañías privadas que manejan centros de detención de inmigración, y que dejen libres a los detenidos que están en riesgo de contagiarse de COVID-19.
“Está tomando en serio el COVID-19, está permitiendo que siga esto, y no lo quiere cambiar porque es un negocio muy grande”, dijo Alex Mensing de Pueblos Sin Fronteras.
Una acción que Elva Jaramillo, esposa de De la Sancha Mondragón, aplaudió ya que dijo que vive con “el Jesús en la boca”, al no saber si volverá abrazar a su esposo.
“Como un castigo, y los están castigando, bueno quieres estar en un país que ni es tuyo, vas a sufrir las consecuencias”, dijo Jaramillo.
Consecuencias que CoreCivic negó, ya que afirmó a TELEMUNDO 20: “Todos los detenidos pueden registrarse a diario para obtener cuidado médico. Nuestra clínica cuenta con médicos y enfermeras profesionales que cumplen con los estándares más altos de cuidado de salud”.
Cuidado medico que según De la Sancha Mondragón, no es suficiente y teme lo peor.
“Que me vaya a morir aquí y no ver a mi familia”, dijo De la Sancha Mondragón.
La oficina del gobernador de California no ha hecho ningún comentario respecto a las demandas de estos activistas quienes dijeron esto es solo el comienzo porque no cesaran su lucha, ya que son la única voz de justicia de quienes no la tienen detrás de esas paredes.
