Un hombre que mutiló a la madre de su hija y dejó su cuerpo en un baño en el campus de San Diego City College hace siete años pasará el resto de su vida en prisión.
Armando Pérez fue declarado culpable de asesinato en primer grado en el brutal asesinato de Diana González el 12 de octubre de 2010.
La joven de 19 años estaba tomando clases en la universidad para convertirse en enfermera unos meses después de dar a luz a una hija.
Cuando la policía descubrió el cadáver, González había sido estrangulada y apuñalada en la garganta, pecho, cara y genitales. Además que la palabra "Perra” había sido grabada en su espalda.
Pérez dice que no recuerda lo que pasó la noche del asesinato de su esposa, quien se había separado.
"Fui yo, pero me convertí en un monstruo. No sé lo que pasó ", dijo Pérez desde el estrado.
Esta sería el segundo juicio para Pérez, quien se había declarado culpable en 2014, pero un tribunal de apelaciones había determinado que lo había hecho sin representación legal.
Su cadena perpetua fue revocada y, Pérez fue juzgado nuevamente por cargos de homicidio en primer grado.
Él cree que mató a su esposa en un crimen pasional y debería ser acusado de homicidio involuntario.
Pérez habló con nuestra cadena hermana NBC 7 desde su celda después de que fue capturado más de un año después del asesinato. En ese momento, dijo que simplemente perdió la cordura.
Después del asesinato, Pérez se lavó las manos, tomó el cuchillo con él y huyó a México. Allí, se escondió por más de un año antes de ser capturado y llevado a los Estados Unidos para enfrentar cargos criminales.
Al ser cuestionado por la defensa, Pérez declaró que González lo llamó "estúpido" y amenazó con mantener a su hija alejada de él cuando discutieron antes del apuñalamiento.
