Adolescente y con diabetes tipo 1: la vida de Leslie

Se estima que en estados unidos 1.2 millones de niños y adultos viven con diabetes tipo 1, y las cifras van en aumento incluso en San Diego.

La enfermedad que por lo general es diagnosticada en la niñez y según expertos en los últimos años, cada vez son más pequeños los niños que tienen que vivir con diabetes. Como en el caso de Leslie Preciado, cuyos días comienzan y terminan con agujas desde hace 10 años.

Leslie, quien está en último curso de preparatoria, se midió el azúcar con un dispositivo casero. “57, está, está baja”, proclamó. Necesitó 15 carbohidratos para normalizar su nivel de azúcar en la sangre esa mañana, si no tuviera que comer o tomar, usaría una inyección de insulina para normalizar su cuerpo.

No es fácil pero significa la diferencia entre la vida y la muerte para alguien con diabetes. “Es un kit de sobrevivencia”, comenzó a decir, “porque si no uso esto me siento mal puedo llegar a vomitar y puede llegar a otras cosas que son malas”.

La joven mexicana fue diagnosticada a los 7 años, poco después de su primera comunión. “Como tenía demasiada alta la azúcar comenzaba a vomitar a vomitar a vomitar y era de que no paraba y me descompensaba, me ponía extremadamente delgada hasta se me veían las costillas y la columna”.

La realidad de su diagnóstico fue difícil para la pequeña aunque no era tema desconocido para ella, varios miembros de su familia padecen de diabetes. “Ella inyectaba a mi esposo, estaba chiquita de 2, 3 años”, dijo su abuelita Aurora Nájera de Sandoval “ella le inyectaba la insulina y ella como que se fue preparando con eso y ya luego le salió el diabetes y ya ella se inyectaba”.

Leslie también conoce las consecuencias de no tratar adecuadamente la enfermedad. Su bisabuela, abuelo y tío perdieron la vida a causa de la enfermedad. “Es como algo que tengo, como una mochila que siempre voy a traer, nunca voy a poder quitármela”, aseguró.

Aunque en ocasiones dice Leslie, es fácil olvidarse de su situación. “A veces digo quiero comer un chocolate y me lo como a escondidas y luego ya veo que esta la azúcar alta y me quedo, por qué no me inyecté!”

Según la doctora Marcela Vargas del hospital de niños Rady donde acude a sus consultas Leslie, en cinco años el número de menores con diabetes ha ido en aumento en San Diego especialmente entre hispanos menores de 5 años. “En estos momentos estamos viendo 1,500 pacientes con diabetes en total, tipo uno, al año”, explicó.

Esto significa un aumento aproximadamente del 20% tan solo en este Hospital.

A diferencia de la diabetes tipo 2 que tiene que ver con el estilo de vida del paciente, la uno es una enfermedad autoinmune.

Esto es una enfermedad genética que realmente no se puede prevenir. “La gente piensa es que comes mucha chatarra es que estas gordo y vas a tener diabetes, no es por eso, es genético”, dijo Leslie.

Leslie espera que con historias como la de ella, poco a poco vaya desapareciendo el estigma de la enfermedad. 

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