TIJUANA- El anuncio del fin de las restricciones en la frontera terrestre para viajes no esenciales, generó preocupación, emoción e incertidumbre entre quienes viven entre Tijuana y San Diego. Un cambio que autoridades y ciudadanos aseguraron que tendrá que vigilarse de cerca, sobre todo en líneas para cruzar de Tijuana a San Diego cómo la Ready Lane, donde se presenta más tráfico.
“Si, si dicen que ahorita están batallando que hasta dos horas hacen, dicen no sé, pero me imagino cuando reabran para nosotros, imagínese que somos muchos de los visados”, dijo María Amarillas en Tijuana.
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Ella es una de las miles de personas que no ha cruzado a Estados Unidos durante toda la pandemia, y aseguró que a pesar de las filas, ya sabe exactamente, qué será lo primero que haga una vez que le dejen cruzar la frontera.
“A la Ross jajaja, pues yo pienso que ahí, porque ahí hay muchas ofertas en esas tiendas”, señaló Amarillas.
El gobernador de Baja California, Jaime Bonilla aseguró que las restricciones en la frontera no tuvieron un impacto económico negativo en México, pero si trajeron un problema social.
“Aisló muchas veces a la familia, porque tenían familia de aquel lado y no se podían ver y entonces no podían transitar, se hacían largas colas e impacto socialmente”, dijo Bonilla a TELEMUNDO 20.
Y fueron restricciones, que cambiaron la forma en que las personas se movían por la frontera. Y las autoridades señalaron que la reapertura tendrá un impacto en las carreteras de la ciudad, por lo que ahora trabajan en un proyecto con planeación urbana, la policía y desarrollo económico.
“Previsiblemente cuando se abra los mexicanos acudan a la frontera pues eso tendía a subir bastante, podría subir un 20%, 30% del flujo previo a la pandemia”, dijo Alejandro Mungaray, secretario de desarrollo económico en Tijuana.
Incluso aseguró que han mantenido juntas con CBP para vigilar los tiempos de espera una vez que se abra la frontera a toda persona con documentos aprobados por el gobierno de Estados Unidos.
“Haciendo innovaciones para aligerar algún tipo de procesos que permitan que ellos puedan atender mejor a más gente, yo veo un CBP preocupado por tener una frontera eficiente que permita el cruce ágil”, agregó Mungaray.
Y mientras las autoridades solo han acertado a decir que la reapertura será para los primeros días de noviembre, la incertidumbre sigue entre quienes no han logrado cruzar por casi dos años.
“Algo extraño, que dicen que ya la van a abrir y uno de ya cuando la van a abrir y ahora dicen no que los que están vacunados nada más van a entrar, los que no pues no y pues decirnos ¿Pues cuando vamos a pasar?”, agregó Amarillas.
De acuerdo a la secretaría de desarrollo económico en Tijuana, el flujo vehicular en la garitas en la ciudad, equivale al 93% de los autos que ocupaban la frontera antes de la pandemia, es decir que las filas en su mayoría hasta ahora, son ocupadas por ciudadanos estadounidenses, residentes legales y quienes cruzan por motivos esenciales.
