SAN DIEGO - La fiebre de los Padres se sintió el miércoles, a pesar de que no ganaron su primer juego de la post temporada.
En un mundo perfecto los fanáticos dicen que estarían disfurtando de este momento dentro del estadio, obviamente eso no es posible debido a la pandemia pero improvisaron para asegurar que sus buenas vibras llegaran a los Padres.
Un mar de café y amarillo se pudo apreciar por las calles del centro de San Diego donde quiera que uno volteara a ver. Algunos echaron porras desde su balcón, hicieron ruido con sartenes y cucharas.
Otros, desde el nivel más bajo disfrutaron por igual, “Wil Myers”, gritó el pequeño Daniel Maximiliano a su jugador favorito desde las afueras del parque Petco donde el y su papá Daniel Enriquez se adueñaron de un espacio en las plantas para ver el partido en su cellular.
“Traemos de todo, agua y manzanas para el niño”, dijo Enriquez quien llevó comida para tratar hacer su experiencia lo más parecido posible a lo que sería dentro del estadio. “Pues es un placer estar aquí, aunque sea afuera, apoyándolos de afuera” agregó el aficionado.
Otros aprovecharon los patios de restaurantes y llenaron la capacidad permitida al interior de estos lugares, “Muy importante que ganemos y aunque nos subestimen tenemos que llegar a la serie mundial, no se van a reír de nosotros por que ya no nos van a subestimar, somos un equipo contundente para ganarlo todo” afirmó Víctor Reyes quien con un grupo de sus amigos llenaron el patio de un restaurante para ver el juego desde las múltiples pantallas disponibles.
Lamentablemente los Padres perdieron 7 a 4 contra los Cardenales de San Luis. A pesar de la dolorosa derrota, la esperanza es lo último que muere, “No voy a dejar que este juego me baje el ánimo, vamos a seguir adelante y ojalá que los Padres sigan saliendo adelante y ganen”, cuenta Alberto Rodríguez.
Local
El jueves los Padres tendrán la oportunidad de comprobar si pueden seguir en las eliminatorias o no. Jugarán nuevamente contra el mismo equipo.
