Más de 200 migrantes han sido detenidos en Tijuana desde la llegada del éxodo centroamericano a la ciudad fronteriza.
“A uno de mis compañeros supuestamente se lo llevaron por dos horas, pero yo sigo esperándolo”, dijo Eduardo Ávila, migrante de Honduras.
Ávila dijo que su amigo trató de entrar a la Unidad Deportiva Benito Juárez por un pedazo de lona, y cuando apenas estaba cruzando la reja del complejo, fue arrestado.
“Pero no lo hizo con el propósito de robar, solo quería un plástico para poderse tapar del agua”, comentó Ávila.
La policía reiteró que cualquier persona que ingrese a las instalaciones de la Unidad Deportiva será detenida.
“Es propiedad municipal y en este momento, no está permitido el acceso”, dijo Antonio Sotomayor, Secretario de Seguridad Pública de Tijuana.
En su mayoría los arrestos efectuados son por el consumo de sustancias ilegales y de alcohol en la vía pública.
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"Tienen características de malandros, la mayoría consume droga, ya hemos detenido a varias personas”, dijo Mario Martínez, Director de la Policía de Tijuana.
Sin embargo, Víctor Manuel Coronel, el encargado de atender a los migrantes, tiene otra visión.
“Hay mucha gente buena, un 80 por ciento yo digo, si no es que más, es gente buena que viene con la intención de trabajar”, dijo Coronel.
En tanto, el alcalde de Tijuana, Juan Manuel Gastélum, expresó su preocupación.
“No quisiera pensar que muchas de estas personas se van a sumar a las filas de los vendedores de enervantes”, dijo Gastélum.
Incluso, sugirió que los migrantes podrían convertirse en narcotraficantes.
Ahora, los miembros del éxodo centroamericano están tomando mayor precaución a las afueras de la unidad deportiva Benito Juárez.
“Trato de no andar en la calle en la noche, trato de no involucrarme en problemas”, concluyó Ávila.
