Miles de feligreses del condado de San Diego se reunieron el jueves por la noche para mostrar su fe, su amor y agradecimiento a la Virgen de Guadalupe.
La Parroquia de Nuestra Señora de Guadalupe en Barrio Loga se llenó de flores, veladoras, bailables de devoción, de comidas típicas mexicanas y de vestuarios indígenas.
Muchos de los asistentes a esta gran fiesta católica tienen historias milagrosas que dicen fueron posibles gracias a la fe y a los rezos a la Virgen Morena por lo que quisieron demostrarles su lealtad.
“Donde quiera que yo ando, el 12 de diciembre para mí es sagrado”, dijo Juan Castillo.
Para Castillo, el cantarle las mañanitas y rezarle a la Virgen del Tepeyac es una manda que tiene desde hace casi 20 años cuando su hija nació prematura y los doctores solo le daban unas horas de vida.
Además, se ofició una misa especial donde los fieles creyentes rezaron y dieron sus ofrendas. Fue hasta las 12 a.m. que el mariachi comenzó a tocar las mañanitas.
