BARRIO LOGAN- Barrio Logan es uno de los sectores que más casos de COVID-19 acumula en la región, lo cual se refleja en la ausencia de visitantes y en los negocios que comienzan a despedirse del área.
Y además de escaparates vacíos, TELEMUNDO 20 encontró a emprendedores hispanos que se lanzaron a abrir su negocio durante la pandemia.
“Ahorita están reabriendo los negocios los sábados para que las familias vengan y disfruten de los restaurantes, de cultura y el café pero esta calmado”, comentó Gloria Macareno, comerciante de Barrio Logan.
Demasiada tranquilidad en Barrio Logan, donde la pandemia de COVID-19 ha opacado el esplendor cultural y el arte culinario que identifica a las raíces hispanas.
“No hay gente que venga a pasear como antes, no es la calle Logan de antes que había los carros, estaba lleno y había alegría, no es lo mismo ahorita está muy calmado”, agregó Macareno.
Los candados y los carteles de cerrado son una imagen recurrente, otro efecto del coronavirus y las restricciones sanitarias. Son muchos los inmuebles vacíos que resistieron lo más que pudieron.
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“Están muy caras las rentas, o hay personas que no quieren rentar por la pandemia”, dijo Macareno.
Y a pesar de que muchos negocios han quebrado en el área, otros emprendedores como María Patlán, se lanzaron en contra de las escasas probabilidades de éxito para abrir un nuevo establecimiento en medio de la crisis sanitaria que según un reporte de SANDAG disminuirá en un 75 y 80% las ventas de negocios como restaurantes y de productos recreativos respectivamente.
“Ensaladas, tortas, jugos naturales”, dijo Patlán. “Es una aventura, porque estamos con mucha incertidumbre del futuro”.
Ella tiene tres semanas que abrieron sus puertas. Y aunque no ha sido nada fácil generar ingresos, están convencidos que saldrán adelante.
Mientras que el sector de Barrio Logan parezca haberse detenido en el tiempo.
“Los primeros días estuvo realmente solo”, dijo. “Si no te arriesgas, nunca vas a dar el paso que tienes que dar”.
Pero algunos comerciantes lo han tenido que dar hacia atrás, estos escaparates sin vida lo representan.
“Nosotros ya estamos aquí así que solo nos queda pedalearle a ver qué pasa”, agregó.
Los comerciantes del área ansían que no se disparen los contagios de COVID-19 en San Diego para al menos continuar abiertos hasta que les sea posibles pues la realidad es que el consumidor escasea y los pagos se acumulan.
