SAN DIEGO- El número de casos de coronavirus a bordo del USS Kidd aumentó a 64, cuando el buque de la Armada llegó al puerto de San Diego, este martes, para obtener atención médica para la tripulación y desinfectar y descontaminar la embarcación.
El Kidd fue la segunda embarcación de la Armada que sufre un brote de la enfermedad en el mar, y el otro fue el USS Theodore Roosevelt, un portaaviones que ha estado atracado en Guam, durante un mes. El Roosevelt tiene más de 900 marineros con casos confirmados de COVID-19, pero toda la tripulación fue probada.
La Armada se movió rápidamente para llevar a la tripulación del Kidd a tierra. Ese fue un punto de discusión con el Roosevelt, cuyo capitán, el Capitán Brett Crozier, se sintió obligado a escribir a varios comandantes pidiendo acciones más urgentes de la Marina para proteger a su tripulación de casi 5,000. Crozier fue relevado del mando de lo que el principal funcionario civil de la Marina en ese momento, Thomas Modly calificó de mal juicio. Modly renunció varios días después, y la Armada ahora está buscando la aprobación de un nivel superior para revertir su movimiento y restaurar a Crozier al mando.
La Marina dijo que el 63% de la tripulación de Kidd de más de 300 había sido probada hasta el martes. Quince fueron trasladados a otro barco con un centro médico para una observación más cercana de los síntomas.
Un marinero fue evacuado médicamente a Estados Unidos el 22 de abril después de experimentar dificultas para respirar. El buque de asalto anfibio “USS Makin Island” fue dirigido a reunirse con el Kidd, transfiriendo a ocho miembros del personal médico de sus instalaciones médicas, junto con una unidad de cuidados intensivos, ventiladores y capacidad de prueba adicional, para comenzar a evaluar a los marineros para COVID-19, al día siguiente.
Los marineros que sean retirados del Kidd en San Diego serán aislados con exámenes médicos dos veces al día. Los miembros de la tripulación que hayan resultado negativos entrarán en cuarentena durante un periodo de observación, con profesionales de la salud militares que los controlarán en busca de síntomas. Además, un pequeño contingente de marineros que resultaron negativos permanecerá en el barco para servicios esenciales y limpieza profunda. Se espera que la limpieza tome dos semanas.
