LOGAN HEIGHTS- Desde días antes, sandieguinos se prepararon para venerar a la Virgen de Guadalupe.
Y TELEMUNDO 20 captó como en una vivienda en el centro de San Diego reina la fe. La oración que escuchamos fue parte de la ofrenda que se le entrega casi a diario a la Virgen Morena.
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Celestina, madre de familia, dijo que ve a la imagen de la Virgen de Guadalupe en los ojos, y que siente que la madre Guadalupana la escucha.
Cada año la tengo como ella se lo merece. Como una reina
-Celestina, madre de familia.
Celestina es originaria de Acapulco, Guerrero en México, pero, por décadas, ha vivido en San Diego y la tradición de venerar a la Virgen la adoptó en su tierra, pero la trajo consigo a San Diego.
“Le puse unas rosas blancas y rojas que significan sangre y agua del corazón de Jesús”, agregó.
Su casa es pequeña, pero dijo que era lo suficientemente grande para colocar una imagen de la Virgen, la cual está casi de su estatura. Y dijo que al verla, le llega un sentimiento difícil de explicar.
“Lloro de la alegría, me emociono mucho, digo, 'que hermosa te ves'. Si así de no más verla así, ¿cómo será en el cielo?”, exclamó la feligresa.
En esta temporada, la vivienda de Celestina se convierte en un pequeño santuario. Detrás de la Virgen colocó adornos que representan la bandera tricolor, donde la Virgen apareció.
Además de las bocinas de su televisor se proyectan los sonidos de alabanzas y hasta su ropa la elige para esta ocasión especial.
“Se sorprenden. Jajaja. Se sorprenden de ver tanta belleza”, dijo sobre lo que dicen sus amigos y seres queridos sobre su santuario a la Virgen de Guadalupe.
Con el tiempo y con mucho esfuerzo, Celestina dijo que le ha comprado a la imagen de la Virgen, regalos que ella considera importantes, como una corona, luces navideñas, y un manto especial.
“Se lo mandé a hacer con una amiga mía de mi trabajo. Le pedí que me hiciera un manto hermoso para ella”, destacó.
Quizá quienes pasen por el exterior de su casa no se den cuenta de lo que hay dentro, pero sin duda, habita una gran fe que, Celestina dijo que no solo mueve fronteras, sino que además la cobija de amor, fe y agradecimiento.
