SAN DIEGO - Un recluso en el Centro de Detención George Bailey en Otay Mesa pudo haber infectado a otros 46 reclusos con COVID-19 antes de que comenzara a mostrar síntomas del virus, dijeron las autoridades el martes.
El hombre fue ingresado en la Cárcel Central de San Diego acusado de presuntamente conducir bajo la influencia del alcohol el 15 de febrero y puesto en cuarentena durante siete días bajo el protocolo COVID-19 del Departamento del Alguacil de San Diego.
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Más tarde fue trasladado al Centro de Detención George Bailey y se le asignó un dormitorio, dijeron los funcionarios del alguacil. Fue trasladado a diferentes módulos en la misma unidad de vivienda debido a problemas de comportamiento, según SDSO.
Luego, el 27 de febrero, el recluso comenzó a mostrar síntomas similares a los de la gripe y fue llevado a un hospital para su evaluación. Dio positivo por COVID-19, dijeron las autoridades.
La unidad de vivienda de la que provenía fue puesta en cuarentena y el rastreo de contactos llevó a la prueba de 106 reclusos, de los cuales 46 dieron positivo, dijeron las autoridades.
Los reclusos que se trasladaron al aislamiento estaban en unidades de vivienda tipo celda para proporcionar menos exposición entre ellos, dijeron las autoridades.
